sábado, 28 de diciembre de 2024

Vittorio Sereni, de "Diario de Argelia".

No saben que están muertos

los muertos como nosotros,

no tienen paz.

Obstinados repiten la vida

se dicen palabras de bondad

releen en el cielo los viejos signos.

Como un girón gris en Argelia

en el escarnio de los meses

pero inmóvil está el eje en un cálido nombre: orán.


Saint- Clourd, agosto de 1944.




Ya no sabe nada, va en alto con las alas

el primer caído de boca en la playa normanda.

Por eso alguien esta noche

me tocaba un hombro, me susurraba

que rezara por Europa

mientras la Nueva Armada

se presentaba en la costa de Francia.



Y respondí en el sueño: -Es el viento,

el viento que hace músicas extrañas.

Pero si fueses en verdad

el primer caído de boca en la plata normanda

reza tú si lo puedes, yo estoy muerto

en la guerra y en la paz.

Este es la música ahora:

de las carpas que golpean en los palos.

No es música de ángeles, es mí

música sólo y me alcanza.


Campo Hospital 127, junio de 1944.

Cristina Campo, Fuga y supervivencia

 "Las historias de fuga, exilio y supervivencia que hemos tenido que leer en estas décadas ya no tienen número: en un mundo herido se preparan otras y no está dicho que no venga un tiempo en que, erradicada la humanidad à a mare usque ad mare et a flumine usque ad terminos terrae, ni siquiera existirán más historias de fuga y de exilio sino únicamente historias de supervivencia, y tal vez solamente secreta y espiritual. "


Cristina Campo, comienzo del ensayo "Fuga e sopravvivenza"; incluido en Sotto falso nome, Milán, Adelphi, 1998.


Nota: la frase en itálica está extraída de la versión latina del Salmo 72 (D. B.)


Trad: D. B.