De La palabra muerte (Turín, Einaudi, 1968).
Amor
es órbitas llenas de tierra,
una
semilla cae, y crece y después muere,
pero
el cráneo no lo sabe, no lo sabe la semilla,
amor
es muerte más visiblemente.
A,
be, ce, de, e, efe, ge,
quiere
decir muerte,
trashumanar
significar por verbos,
quiere
decir muerte.
Memoria
que rehace lo que está muerto
es
muerte en acto que fabrica muerte,
y
previsión que mata el presente
es
muerte en acto del exhausto viviente.
Sólo
locura se opone a la muerte
pero
también locura es vencida por la muerte.[1]
Trad: Diego Bentivegna