lunes, 15 de septiembre de 2008

Roberto Esposito: Cuerpo e Imagen

Fragmento de una entrevista a Roberto Esposito (Sorrento, 1942) publicada por en el número 0 de la revista Fata Morgana, de la universidad de Calabria.


Me viene a la mente, para volver a las categorías fundativas de mi trabajo de los últimos 10 o 15 años, la idea de immunitas y la idea de communitas, que son una la contracara de la otra. Probablemente, si el paradigma inmunitario es el del desdoblamiento y de la sobreposición, el paradigma de la comunidad es el de la exposición. La comunidad es lo que expone a cada uno a la alteridad y, en consecuencia, lo expropia, lo pone afuera: es un mecanismo de exteriorización. Y el cine se podría decir que se coloca exactamente en el punto de confín entre estos dos paradigmas, porque por un lado mata, desdobla y presupone al otro, pero por el otro expone a través de este movimiento de metamorfosis…. El tema del nacimiento lo retomo justamente de la ruina del aparato homicida nazi que apunta a matar la vida en su estado naciente (la esterilización, las formas que tienden a prevenir el nacimiento). El derecho del nazismo es éste: yo hago que ciertas personas no nazcan. En consecuencia, el discurso sobre el nacimiento me interesa en contraposición a ese bloqueo del nazismo y también porque es un fenómeno biológico. Es más, es fenómeno biológico que confirma el carácter de protección y “de muro” del paradigma inmunitario: en el nacimiento, el dispositivo inmunitario de la madre se abre a esa presencia externa el hijo, es un elemento de complicación y de apertura comunitaria, es un uno que se desdobla en dos.

DD: Siguiendo con esto, en el capítulo sula tanatología citás expresamente tres textos literarios, escritos a poca distancia uno de otro: El doctor Jeckyll y Mister Hyde, El retrato de Dorian Gray y Drácula. Me llamó la atención, porque esto res textos, junto a un cuarto que no citás pero que quizá entre en el esquema, Frankenstein de Mary Séller, han sido vistos, en las teorías del cine, como suertes de figuras estèticas anticipadoras del cine. Vos reconocés justamente el carácter de anticipación que estos textos han tenido luego respecto a una práctica política, que se desarrollo en cambio en el siglo XX. Si seguimos en este ámbito, el cine alemán de los años 20, en la década que precede a la llegada de Hitler, estuvo atravesado, repleto de figuras que remitían a esos textos que nombré antes. Lo que quería preguntarte es si este paralelismo de temas y figuras puede entrar en relación con lo que luego ha sido la producción de una “estatización de la política”, retomando la frase de Benjamín: esto es, si el nazismo se nutrió de imágenes ya presentes para construir en cierto modo ese sistema, o si, eso que era una situación tan difundida, que en consecuencia tenía raíces muy profundas en la sociedad y en la cultura el tiempo, haya sido en cierto modo asumido por el nazismo , transformado y luego reutilizado.

RE: Sí, digamos que “estatización de la política” y “politización del arte” han sido dos grandes consignas sobre las que se construyó la relación entre poder e imaginario del nazismo, por un lado, y del comunismo estalinista, por el otro. Seguramente existe una conexión entre poder despótico, poder totalitario e imagen. En particular, existe un ensayo de Nancy y Lacoue-Labarthe (EL mito nazi) que interpreta el nazismo desde un punto de vista de estética política, buscando sus raíces en el primer romanticismo. El nazismo se produce creando figuras, es una figuración y una autofiguración. Todo eso lo encuentro importante. En mi lectura, en particular, el tema de la imagen esta sobrepuesto al tema del cuerpo, porque de lo contrario una lectura absolutamente fundada en la imagen podría dejar escapar el elemento corpóreo que fue muy fuerte para el nazismo, según lo que intento afirmar en el cuarto capítulo. Incluso el nazimo como desdoblamiento del cuerpo: el alma es lo que mantiene unido al cuerpo; para el nazismo, el alma es la sangre. Está pues el tema de lai mgen, pero sin olvidar el tema de la zoé, esto es, de la relación cuerpo-sangre-organismo. De modo que cuando Deleuze habla del cuerpo sin órganos intenta justamente desestructurar y reconstruir esa máquina corpórea. Yo creo que el tema de la carne es la contracara de todo eso. Quiero reflexionar acerca del tema de la imagen porque, en efecto, no lo he hecho lo suficientee. Drácula, desde este punto de vista, es extraordinario, porque Drácula es el judío, esto es, aquel que contagia, que hace circular sangre impura; viene a la metrópoli desde Transilvania. Es justamente el judío que luego es crucificado. Se trata, pues, de una relación evidente con ese cine al que hacías referencia….

Trad: D. B.