martes, 27 de diciembre de 2011

lunes, 26 de diciembre de 2011

Emanuele Coccia: una filosofía de lo sensibles

Por Diego Bentivegna


Emanuele Coccia es una de las voces jóvenes más potentes del pensamiento italiano contemporáneo. Formado en las universidades de Macerata y de Florencia y profesor en la Universidad de Friburgo (Alemania) y en la Escuela de Altos Estudios de París, en nuestro ámbito el autor es conocido fundamentalmente por su estudio Filosofía de la imaginación Averroes y el averroísmo, publicado en 2008 por Adriana Hidalgo, así como por una obra de amplias dimensiones proyectada junto con Giorgio Agamben: el tratado sobre angeología publicado en 2009 por la editorial Neri Pozza de Venecia, que recorre, y en gran parte reproduce, fuentes hebreas, cristiana y musulmanas, y que aún no ha sido traducido al castellano.

Comentario sobre el nuevo libro de Emanuele Coccia, completo acá, en El litoral de Santa Fe.

jueves, 22 de diciembre de 2011

jueves, 15 de diciembre de 2011

viernes, 9 de diciembre de 2011

jueves, 8 de diciembre de 2011

Correo: precisas aclaraciones de Edgardo Cozarinsky sobre "locas de pris.

Entro en el blog después de tiempo sin frecuentarlo y me encuentro con la cita de Celedonio.
No sé si todos tus lectores saben el sentido de esta frase.
Como no veo entrada para comentarios, me animo a comentarla aquí, en tu mail.
La "pris", fonética aproximada del francés "prise", del verbo "prendre" -tomar, asir, en España coger- es literalmente la toma, exactamente el pellizco con pulgar e índice que llevaba a la nariz la cocaína cuando no se la esnifeaba en forma de raya mediante un billete arrollado.
En Les Ambassadeurs, la boite de la clase alta en los 20s y 30s, las coperas, "alternadoras" para la ley, además de beber champagne y hacerle beber al paganini de turno, le pedían unos pesos más "para la pris". La servía el mozo, en la misma bandeja que las bebidas. Al final de la noche, estas minas boludeaban fuerte y de ahí el "locas de pris".
Espero no aburrir con estos recuerdos heredados.
Abrazo,
Edgardo

miércoles, 30 de noviembre de 2011

lunes, 14 de noviembre de 2011

Pts

ESTRENO DEL DOCUMENTAL "PUTOS PERONISTAS, CUMBIA DEL SENTIMIENTO"



Los compañeros se lo merecían, sufrieron discriminación hasta en el INADI por parte de la Rachid.


PARA QUE REINE EN EL PUEBLO EL AMOR Y LA IGUALDAD



Llega el documental de la militancia PERONISTA por la igualdad.


ESTE JUEVES 17 DE NOVIEMBRE, DÍA DEL MILITANTE A LAS 19.15 Y A LAS 21.15 HORAS EN EL CINE ARTEON, SARMIENTO 778 PLANTA ALTA, NO FALTEN IMPERDIBLE CITA, ESTRENO DEL DOCUMENTAL "PUTOS PERONISTAS, CUMBIA DEL SENTIMIENTO"


NO SEAS GAY Y ANDÁ!
AGUANTEN LOS PUTOS DEL PUEBLO!

viernes, 11 de noviembre de 2011

Ungaretti


"considérese como se considere el arte de la pintura, la pintura será siempre una escritura: el discurso escrito de las palabras proféticas..." (1950).

lunes, 7 de noviembre de 2011

Celedonio: locas de pris

"Esquina porteña, tu rante canguela
se hace una melange de caña, gin fitz,
pase inglés y monte, bacará y quiniela,
curdelas de grappa y locas de pris."


Corrientes y Esmeralda, 1931.

jueves, 3 de noviembre de 2011

P. P. P. y el aborto

"Sono però traumatizzato dalla legalizzazione dell'aborto, perché la considero, come molti, una legalizzazione dell'omicidio. Nei sogni, e nel comportamento quotidiano - cosa comune a tutti gli uomini - io vivo la mia vita prenatale, la mia felice immersione nelle acque materne: so che là io ero esistente. Mi limito a dir questo, perché, a proposito dell'aborto, ho cose più urgenti da dire. Che la vita sia sacra è ovvio: è un principio forte ancora che ogni principio della democrazia, ed è inutile ripeterlo."

P. P. P.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Fogwill

"(...) Justamente por ser ateo y por descreer en la salvación humana, por puro civismo y amor a la especie me opongo al aborto, a la eutanasia y la barbarie tecnomédica. Me opongo boludamente, porque son condiciones impuestas por el neocapitalismo, y como tales, invencibles".

martes, 1 de noviembre de 2011

Jornadas Kierkegaard

BIBLIOTECA KIERKEGAARD ARGENTINA
INSTITUTO UNIVERSITARIO ISEDET
organizan

JORNADAS IBEROAMERICANAS
... ... DE ESTUDIOS KIERKEGAARDIANOS

"LA CONTEMPORANEIDAD DE KIERKEGAARD"

3 – 5 NOVIEMBRE 2011
Camacuá 282 - Ciudad de Buenos Aires

PARTICIPAN
- SOCIEDAD IBEROAMERICANA DE ESTUDIOS KIERKEGAARDIANOS (MÉXICO)
- SOCIEDAD HISPÁNICA DE AMIGOS DE KIERKEGAARD (ESPAÑA)
- SOCIEDADE BRASILEIRA DE ESTUDOS DE KIERKEGAARD (BRASIL)
- BIBLIOTECA KIERKEGAARD ARGENTINA
- INSTITUTO UNIVERSITARIO ISEDET
- CIAFIC - CENTRO DE INVESTIGACIONES EN ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA Y CULTURAL

(Se otorgarán certificados de asistencia a oyentes y expositores que así lo deseen.)

PROGRAMACIÓN

JUEVES 3

16:00
Apertura oficial
a cargo de José García Martín, Álvaro M. Valls y María J. Binetti

17:00 - MESA I
Coordina: Ana Fioravanti
- Élodie GONTIER – Francia (Universidad de la Sorbona - París)
Existencia y praxis: una reflexion fenomenológica entre Kierkegaard y
Patočka
- José GARCÍA MARTÍN – España (Universidad de Málaga – SHAK)
El problema del tiempo: a propósito de Kierkegaard y Heidegger

18:00 - MESA 2
Coordina: Nassim Bravo Jordán
- Gabriel ROSSATTI – Brasil (Univ. Federal de Santa Catarina)
Søren Kierkegaard y el problema del nihilismo
- Matías TAPIA WENDE – Chile (Universidad de Chile)
Acerca del pensamiento que retrocede para avanzar:
Un alcance kierkergaardiano en la filosofía de Martín Heidegger

VIERNES 4

10:00 - MESA 1
Coordina: María J. Binetti
- Samir ALARBID – Venezuela (Universidad Católica Cecilio Acosta)
El hombre de hoy desde el concepto de existencia en Søren Kierkegaard
- Fabián ALLEGRO – Argentina
Una mosca, cuando existe, tiene tanto ser como Dios:
A propósito de una nota al pie de página sobre Spinoza

11:30 – MESA 2
Coordina: Pablo Uriel Rodríguez
- Cristian BENAVIDES – Argentina (Universidad de Cuyo - CONICET)
El pensar metafórico de Kierkegaard sobre la libertad como enfermedad
mortal
- Inácio PINZETTA – Brasil (Universidad Unisinos)
Caída y edificación del hombre. Kierkegaard, Hegel y Schelling

13:00 - Almuerzo

15:00 – MESA 3
Coordina: Oscar Cuervo
- Alicia BENJAMIN – Argentina (Universidad John F. Kennedy) Kierkegaard y la clínica de lo demoníaco
- Ana FIORAVANTI – Argentina (Biblioteca Kierkegaard Argentina)
Kierkegaard y la religión, Simone Weil y Raymond Panikkar

16:00 – MESA 4
Coordina: Alvaro M. Valls
- Daniel ARRUDA NASCIMENTO – Brasil (UFPI)
Ley y libertad en el último paso de Kierkegaard
- Guadalupe PARDI – Argentina (Universidad de Buenos Aires)
La contemporaneidad de Kierkegaard: existencia, individuo y
comunicación indirecta
- Oscar CUERVO – Argentina (Universidad de Buenos Aires - BKA)
La vida verdadera: Sócrates, Diógenes, Kierkegaard y Foucault

17:30 – MESA 5
Coordina: Guadalupe Pardi
- Nassim BRAVO JORDÁN – México (U. N. Autónoma de México)
El Sócrates hegeliano y el Sócrates kierkegaardiano en “El concepto
de ironía”
- Álvaro MONTENEGRO VALLS – Brasil (Unisinos)
Kierkegaard en la Sorbonne. Notas sobre los trabajos de Hélène
Politis

19:00
PRESENTACIÓN de "Los primeros Diarios. 1834-1837", vol. I, traducido
por María J. Binetti, Universidad Iberoamericana, México, 2011.
Panelistas: Nassim Bravo Jordán – Eduardo Fernández Villar

SÁBADO 5
10:00 – MESA 1
Coordina: Gabriel Rossatti
- María Sol RUFINER – Argentina (Universidad Católica Argentina)
El problema de la Cristiandad hoy: análisis de Retorno a Brideshead de
Evelyn Waugh desde el problema del devenir Cristiano
- Thiago FARÍA – Brasil (Pontificia Univ. Católica de Río de Janeiro)
Misericordia, una obra del amor

11:30 - CIERRE
CONFERENCIA a cargo de la Dra. Elisabete DE SOUSA
(Universidad de Lisboa - Portugal)
Harold Bloom y Søren Kierkegaard: influencias y angustias



www.sorenkierkegaard.com.ar contacto@sorenkierkegaard.com.ar
Ver másVer más

domingo, 30 de octubre de 2011

Cánones y muestra (una carta a Livio).

"Caro Livio:
Ayer fui a la muestra de libros del bicentenario, en el Conti. Si te soy sincero, te tengo que decir que no me gustó mucho, casi nada te diría. Qué sé yo, me pareció como muy previsible, con ediciones feas, no siempre las primeras , y con una selección demasiado condescendiente, digamos para usar una expresión que entre nosostros es muletilla, con lo dado. Para darte una idea, Livio: el lugar dela poesía argentina es, sin exagerar, alarmante.

Más, acá

Emanuele Severino. Todos mis muertos

"(…) Me espera, al lado de todos mis muertos. Nuestros muertos nos esperan. Ahora son Dioses. Por ahora están detenidos en la luz. Como las estrellas, fijas en el cielo.

Luego, cuando las vicisitudes terrenas del hombre lleguen a su fin, será necesario que todos tengamos la experiencia de las experiencias de los otros y que en cada uno aparezca infinitamente la Alegría que cada uno de nosotros es en lo profundo. Esta va más allá de cualquier dolor que el hombre experimente. Estamos destinados a una Alegría infinitamente más intensa de la que las religiones y las sabidurías de este mundo prometen. En el Requiem cristiano se pide –¡se pide!- que en los muertos resplandezca la luz perpetua, y se pide que reposen en paz. Pero eso es inevitable; es necesario que en ellos resplandezca esa luz e ilumine algo infinitamente más alto que Dios. No es algo pasible de ser pedido: es nuestro destino. Y no reposaremos “en paz”. En paz reposan los cadáveres. Dejando atrás el dolor y la muerte, esa luz mostrará en el infinito una Alegría cada vez más infinita.



Emanuele Severino, Il mio ricordo degli eterni. Autobiografia. Milán, Rizzoli, 2011.



.

sábado, 29 de octubre de 2011

Kristeva sobre Santa Teresa

De Il manifesto.


"Trasporto è proprio la parola esatta: Teresa è finalmente unita a «Cristo in quanto uomo» (Cristo como hombre), se ne appropria - «certa che il Signore fosse dentro di me» (dentro de mi). «Non potevo allora in nessun modo dubitare che fosse in me o che io fossi completamente sprofondata in lui» (yo todo engolfada en el) (Vita 10 :1). (...) L'umanità di Cristo è nell'aria dell'epoca. La respirano Erasmo e gli «Illuminati», gli ebrei convertiti e molte donne che vengono chiamate «alumbrados». Le estasi di Teresa sono fin dall'inizio, e senza distinzione, parole, immagini e sensazioni fisiche, spirito e carne, o piuttosto carne e spirito: « il corpo non rimane senza partecipare al gioco, e anche molto». (...)"

Texto completo, en la edición de anteayer de Il manifesto.

viernes, 28 de octubre de 2011

Pound - 1920 - sobre la gran guerra

"Allí murieron una miríada,
y de los mejores entre ellos, por una vieja perra,
de dentadura podrida, por una civilización averiada;
...
encanto sonriendo en la boca buena, ojos vivaces,
ausentes bajo la tapa de la tierra,

por dos gruesas estatuas rotas,
por unos pocos miles de libros maltrechos."

Ezra Pound 3

Pound, la guerra, la muerte.

Pound, 1920, después de la primera guerra mundial:

(...)
"Allí murieron una miríada,
y de los mejores entre ellos, por una vieja perra,
de dentadura podrida, por una civilización averiada;

encanto sonriendo en la boca buena, ojos vivaces,
ausentes bajo la tapa de la tierra,

por dos gruesas estatuas rotas,
por unos pocos miles de libros maltrechos."

(...)

Hugh Selwyn Mauberly (1920), copiado de un blog

jueves, 27 de octubre de 2011

Baudelaire

"La mayor parte de los errores referentes a lo bello nacen de la falsa concepción del siglo XVIII relativa a la moral. En ese tiempo, la naturaleza fue tomada como base, fuente y tipo de todo bien y de todo lo bello posible. La negación del pecado original tuvo una parte no pequeña en la obcecación general de esta época. Sin embargo, si aceptamos remitirnos simplemente al hecho viable,a la experiencia de todos los tiempos y a la Gaceta de los Tribunales, veremos que la naturaleza no enseña nada o casi nada... Es la infalible naturaleza la que ha creado el parricidio y la antropofagia y otras muchas abominaciones que el pudor y la delicadeza nos impiden nombrar. Es la filosofía (hablo de la buena), es la religión la que nos ordena nutrir a los padres, pobres y enfermos (...) El delito, de cuyo deleite se ha teñido el animal humano en el vientre de su madre, es originariamente natural.... La virtud, por el contrario, es artificial, sobrenatural..."
Elogio del maquillaje.

martes, 25 de octubre de 2011

En una nueva lengua

En una nueva lengua: Tomemos por ejemplo la cuestión del “griego malo” del Apocalypsis, a que alude sarcásticamente Nietzsche; no hay tal griego malo. Hay un lenguaje nuevo, forjado por el poeta con los materiales del griego común, hecho especialmente para esta obra, como es propio de todos los grandes poetas… que se fabrican su lengua.
-como el Martín Fierro –dije yo.
-Y el de Homero y el de Dante… (Castellani, Papeles de Benjamín Benavides, 1978: 198).

martes, 18 de octubre de 2011

lunes, 17 de octubre de 2011

América, América

Carta de Américo Vespucio sobre los dos viajes hechos para el serenísimo rey de Portugal
Introducción y traducción: Diego Bentivegna


Ésta es una nueva traducción de una de las célebres cartas enviadas por Américo Vespucio a su conciudadano Pietro Soderini. La carta, fechada en la ciudad de Lisboa en 1504, narra el primero de los viajes de Vespucio a las órdenes del rey de Portugal, Manuel I.

El viaje se extendió entre mayo de 1501 y septiembre de 1502. Como era habitual en la época, la expedición hizo escalas en las costas de Äfrica (llamada en la carta, por sinécdoque, "Etiopia"). Más tarde, las naves portuguesas llegaron a las costas del actual Brasil y, continuando hacia el sur, se cree que divisaron el estuario del Río de la Plata ( Questo rio della Plata cioè fiume d'Argento fu scoperto da Amerigo Vespuccio fiorentino l'anno 1501, se lee en una mapamundi antiguo conservado en la ciudad de Palermo) y las costas patagónicas.

Uno de los aspectos más inquietante de la carta es que en ella se registra una doble experiencia del desastre y del peligro. En primer lugar, el viaje a las regiones tropicales del continente es, en la carta de Vespucio, el viaje a un mundus novus que enseguida se revelará como una realidad monstruosa. No es el viaje tan sólo a una tierra pródiga de riquezas y de bellezas naturales, sino también el viaje al canibalismo. En segundo lugar, el viaje a las regiones más meridionales del mundo -el viaje en el que Vespucio registra por primera vez la existencia de un alucinado firmamento meridional que interpreta en clave dantesca- es, también, la amenaza constante del naufragio y de la desolación y el peligro de las cambiantes fortunas del clima y del océano.

La carta fue incluida por Giovanni Battista Ramusio en el primer volumen de Delle naviagationi e viaggi, Venecia, 1550. Se han mantenido algunos rasgos idiosincráticos del estilo de Vespucio, en particular la referencia a los puntos cardinales mediante el nombre de los vientos asociados, en la cultura mediterránea en la que se formó el explorador florentino, con ellos: el "austro" (ostro, en el original toscano) es el viento del sur; el "lebeche" (libeccio), del suroeste; el "siroco" (sirocco), del sudeste.


El texto de la carta, acá.

martes, 11 de octubre de 2011

Apuntes. Asomarse al abismo.


"No voy a canonizar a Baudelaire: ciertamentee no es una lectura para chicas que se alimentan de bocadillos y de novelas yanquis, ni para chicas en general, ni para beatos, ni para burgueses, ni para burros, ni para sacerdotes no advertidos, ni para hombres sin percepción artística, ni para la inmensa parroquia de la moralina y de la ortodoxia infantil. Asomarse al abismo no es para todos; y el destino está presente en Baudelaire como ningún otro poeta de todos los siglos".

L. C. Lecciones de psicología, Mendoza, Jauja, 1995: 227.

lunes, 10 de octubre de 2011

Palpita en los canales la reliquia obsesiva

Palpita en los canales la reliquia obsesiva









Las sirenas


Fue en un segundo.
Oímos el canto genital de las muchachas,
las pájaras fatales de las rocas;


la melodía sabrosa de la muerte,
un ulular clavado
en las gargantas oscuras de la horda.


Fue en un segundo
ver desde el barco un pobre cuerpo mixto:
Parténope destrozada entre las rocas,
hecha polvo en la tierra abandonada.




Más poemas, en el blog de Osvaldo Bossi

viernes, 7 de octubre de 2011

Programa Jornadas "La disciplina del arcano"

ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS DE BUENOS AIRES
CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS EUGENIO PUCCIARELLI
SECCION DE FILOSOFÍA E HISTORIA DE LAS RELIGIONES
... SEGUNDAS JORNADAS, 5, 6 y 7 DE OCTUBRE 2011
“LA DISCIPLINA DEL ARCANO”

PROGRAMA

MIÉRCOLES 5
15.30 hs Apertura
15.45 hs. Dr.Francisco García Bazán: (CONICET-ANCBA).Disciplina arcani y apocrificidad.
16.15 hs Diego Santos (IMHICIHU-CEEMO): Intersecciones léxicas entre las traducciones sahídicas de textos gnósticos y la literatura religiosa demótica.
16.45 hs. Juan Bautista García Bazán: (Fundación de Estudios de la Antigüedad Tardía) “Los arcanos de la vía santa”: vocabulario de lo apócrifo en los naasenos de Hipólito.
17.15 hs. Descanso.
17.30hs. Dr. Juan Carlos Alby (UNL-UADER): El tránsito secreto del Logos y el bautismo cristiano.
18.00 hs. Lic. Laura Bizzarro (UCA): La dimensión esotérica en la apocalíptica judeo-palestina: Análisis del “Tratado de los Dos Espíritus” (IQS III-IV).
18.30hs. Dra. Hanna I. Chodowieck de Chelmicki (USAL): Un acercamiento a las enseñanzas secretas en las antiguas Upanishads.
19.00 hs. Discusión
19.15 hs. Fin de Jornada

JUEVES 6
15.30 hs. Prof. Cristina Simeone (CONICET-ANCBA): Nuevos aspectos del esoterismo Académico
16.00 hs. Lic. Marcelo Poblete (UNSan Juan): El Sabio y los Misterios en Plotino.
16.30 hs. Dr. José María Nieva (UNTucumán-UNSTA): Proclo y el secreto de un texto
17.00 hs. Descanso
17.15 hs. Mg. Graciela Ritacco (CONICET-ANCBA): Hombres de Dios, secretas contemplaciones y alados enigmas.
17.45 hs Dra. Patricia Ciner (UNSan Juan-UCCuyo): Cuerpo etéreo de la preexistencia y cuerpo de resurrección: historia del ocultamiento de una tradición.
18.15 hs. Lic. Leonardo Pons (UCCuyo): Exégesis y misterio en la teología de Orígenes.
18.45 hs. Discusión
19.15 hs. Fin de Jornada

VIERNES 7
15.30 hs. R. Núñez Bascuñán: Escatofanía, secretismo y revelación. Eidética y vivencialidad de la religiosidad tebana (dinastías XVIII y XIX) (JIJICOA, Fac. de Fil. y Letras, UBA).
16.00 hs. Lic. Leandro Pinkler (UBA-MALBA:Centro de Estudios Ariadna): Lo inefable –árrheton – y el poder del Nombre.
16.30 hs. Dr. Pablo Ubierna (CONICET- IMHICIHU): De la sibila Tiburtina al Apocalipsis. Testimonios de la actividad profética en el siglo XII bizantino: el ms. Karakallou 14.
17.00 hs. Descanso
17.15 hs. Lic .Valentín Romero (CONICET-ANCBA) y Dr. Bernardo Nante (USAL-Fundación Vocación Humana): Experiencias de lo Arcano en el Libro Rojo de Jung.
17.45 hs. Dr. Diego Bentivegna (CONICET-UBA) : Leonardo Castellani: katechon, apocalipsis e historia.
18.15 hs. Discusión y presentación de libros
19.15 hs. Fin de Jornada

martes, 4 de octubre de 2011

Jornadas "La disciplina del arcano", entre el 5 y el 7 de septiembre

Buenos Aires, septiembre de 2011

EL CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS EUGENIO PUCCIARELLI de la ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS DE BUENOS AIRES tiene el agrado de invitar a usted a las Segundas Jornadas de la Sección de Filosofía e Historia de las Religiones sobre el tema “La disciplina del arcano”. Las Jornadas se realizarán entre el miércoles 5 y el viernes 7 de octubre, de 15:15 a 19:15, en la sede de la Academia, Avenida Alvear 1711, tercer piso.
Dr. Francisco García Bazán DIRECTOR SECCIÓN FILOSOFÍA E HISTORIA DE LAS RELIGIONES
Dr. Roberto J. Walton
ACADÉMICO DIRECTOR
CENTRO DE ESTUDIOS FILOSÓFICOS

domingo, 18 de septiembre de 2011

sábado, 10 de septiembre de 2011

Hackers y jesuitas

En Corriere della sera:

Il blogger che difende gli hacker guiderà «La Civiltà Cattolica»
Padre Antonio Spadaro, 45 anni, chiamato alla direzione della prestigiosa rivista dei gesuiti
Passaggi

Il blogger che difende gli hacker guiderà «La Civiltà Cattolica»

Padre Antonio Spadaro, 45 anni, chiamato alla direzione della prestigiosa rivista dei gesuiti

Nell'ultimo numero si è occupato di lui anche l'«Economist», due pagine dedicate alla «cyberteologia» e a questo brillante gesuita quarantacinquenne, docente di letteratura all'Università Gregoriana e studioso di comunicazione digitale, blogger e animatore di riflessioni sull'«intelligenza della fede al tempo della Rete», del sito di scrittura creativa «BombaCarta» e di pagine dedicate a scrittori come Flannery O'Connor e Pier Vittorio Tondelli.

Di recente aveva fatto parlare di sé un suo articolo sul tema «Etica hacker e visione cristiana», là dove la parola «hacker» - a scanso di equivoci ricorrenti - era intesa nel senso originario, costruttivo nonché contrapposto ai veri e propri pirati informatici, i «crackers» distruttori. Ed ora per padre Antonio Spadaro, dal 1998 «scrittore» e critico letterario della «Civiltà Cattolica», si prepara un compito che annuncia novità anche per la prestigiosa rivista della Compagnia di Gesù: il padre generale dei gesuiti, Adolfo Nicolás, lo nominerà domani nuovo direttore.


Padre Antonio Spadaro, nuovo direttore della rivista «La Civiltà Cattolica» fondata nel 1850 per volontà di Pio IX
Padre Spadaro succede a padre Gian Paolo Salvini, 75 anni, che guidava «La Civiltà Cattolica» dal 1985. Nato a Messina, dove si è laureato in filosofia prima del dottorato in teologia alla Gregoriana, il nuovo direttore della più antica rivista italiana - venne fondata nel 1850 per volontà di Pio IX ed ha un rapporto molto particolare con la Santa Sede: prima della pubblicazione, le bozze sono inviate per l'approvazione alla Segreteria di Stato - ha completato la sua formazione da gesuita negli Stati Uniti, a Chicago, e pubblicato un quantità di libri, saggi e articoli spaziando da Karl Rahner a Walt Whitman e Jack Kerouac, da maestri del cinema come Krzysztof Kieslowski all'arte di Edward Hopper o Andy Warhol fino alla musica di Bruce Springsteen, Tom Waits o Nick Cave. E poi, lo studio delle nuove comunicazioni, la Rete, il progetto culturale «BombaCarta» nato nel 1998, «una delle prime esperienze di scrittura creativa nate su Internet», il sito personale antoniospadaro.net, i blog.

Un salto generazionale che non mancherà di avere conseguenze, com'è ovvio, per «La Civiltà Cattolica». Anche se il nuovo direttore fa osservare: «È dal 1850, dalle sue origini, che la rivista si è posta come qualcosa di innovativo sul piano culturale, pubblicata in italiano e in tutta Italia quando ancora l'Italia non era unita». Ma ora, certo, per «La Civiltà Cattolica» si aprono nuove prospettive in Rete: «In realtà c'è già una pagina Facebook, un account su Twitter non ancora attivo, però è chiaro che andremo verso una presenza maggiore anche in Internet e sui social network».

Il punto però non è questo, spiega padre Spadaro, «la questione non è tecnica, è culturale: che cosa significa, oggi, fare una rivista di cultura?». La riflessione è analoga a quella intorno alla «cyberteologia», perché «la Rete non è un mezzo ma un ambiente culturale che determina uno stile di pensiero, un ambiente di vita: non si tratta di capire come usare bene Internet, ma come vivere bene al tempo di Internet».

Nel sito dedicato allo scrittore emiliano Pier Vittorio Tondelli, padre Spadaro riporta l'immagine di un biglietto scritto con grafia tremante, le ultime parole tracciate in ospedale dal romanziere la notte prima di morire a 36 anni: «La letteratura non salva, mai. Tantomeno l'innocente. L'unica cosa che salva è la fede, l'amore, e la ricaduta (che è come il temporale) della Grazia».


Gian Guido Vecch

viernes, 9 de septiembre de 2011

jueves, 8 de septiembre de 2011

Chinerías

"Huang Nubo compró un vasto terreno de 300 kilómetros cuadrados de superficie en el nordeste de un país muy lejano al suyo: Islandia. Quiere construir un complejo turístico, con campo de golf incluido, por valor de unos 100 millones de dólares.

El proyecto de este empresario nacido en Lanzhou, en la provincia china de Gansu, no es el primero que lanza en Islandia. A principios de agosto creó la Fundación Cultural China-Islandia para fortalecer los lazos culturales entre los dos países, especialmente en la poesía. Así lo explicó su amigo y traductor islandés de chino, Hjörleifur Sveinbjörnsson, al diario Fréittabladid. Huang dotó a esta organización con un millón de dólares.

Huang Nubo se considera un aventurero -ha escalado el Everest y ha llegado a los dos polos-. Se quedó huérfano a los 13 años. Su padre, condenado a prisión por oponerse a la revolución cultural, se suicidó cuando él tenía tres años y su madre murió diez años más tarde en un accidente laboral.

Tras graduarse en Filología China en la Universidad de Pekín, empezó a trabajar en el departamento de propaganda del comité central del Partido Comunista. En los años ochenta publicó dos libros de poemas. En 1995 creó el Zhongkun Group, que con los años se ha expandido al norte de los Estados Unidos."

Giuseppe Ungaretti: Contro la guerra e l'imperialismo

lunes, 5 de septiembre de 2011

sábado, 3 de septiembre de 2011

viernes, 2 de septiembre de 2011

Los últimos serán los primeros


Por Ivonne Bordelois | Para LA NACION

Comentá1 Aureolada por una tenaz trayectoria profesional, Diana Bellessi acaba de conquistar el codiciado Primer Premio Nacional de Poesía. La siguen en jerarquía Arturo Carrera y Hugo Gola, con el segundo y tercer premio. A Jorge Leónidas Escudero, un sanjuanino de 91 años que muy de tarde en tarde condesciende a Buenos Aires, le corresponde una muy modesta Mención, apenas mencionada en la prensa.

Antes que de las personas, correspondería hablar aquí de los derechos de la poesía. Cuando decimos poesía hablamos de esa fuente que mana y corre aunque es de noche, y verdaderamente parece estar anocheciendo en el cielo estelar de la crítica literaria argentina. La historia no es nueva: recordemos el premio denegado a Borges y discernido a un oscuro escritor que ya nadie recuerda, pero que tenía la virtud de ser menos extranjerizante que el autor de "El jardín de los senderos que se bifurcan", allá por los años 40.

Paralelamente a la economía actual, nuestro país tiene un capital poético extraordinario, pero en algunos casos negado y en otros muy mal distribuido. Nadie recuerda ya a un poeta excepcional como Juan Rodolfo Wilcock; Manuel Castilla sería una eminencia poética en cualquier territorio literario menos descuidado y más atento y lúcido que el nuestro. El esnobismo, la imitación, las vanas banderas ideológicas o demagógicas, los padrinazgos o madrinazgos supuestamente conseguidos y encumbrantes, los contactos internacionales bien o mal logrados, las hábiles maniobras y acrobacias publicitarias han exaltado y laureado a evidentes mediocridades hoy rutilantes y mañana olvidables.

Nada de esto es nuevo, se me dirá, pero el tema es que la mala repartición del prestigio poético acerca y luego aleja definitivamente a un público que quisiera de buena fe entrar en el reino de la poesía y se ve expuesto sólo a lo retórico, lo fingidamente transgresor, lo trivial, lo desarticulado, lo insípido o lo exangüe. O simplemente a lo convencional descriptivo, como los "Sudorosos en el porche", de Bellessi: "Se ha bañado en la hora caliente/ del mediodía y ahora, posado/ entre las ramas de la hortensia/ se despulga y se peina con su pico/ batiendo grácil las alas. A sólo/ un metro de distancia. Estoy quieta/ mientras leo y no soy de presa, un árbol/ más que no le da miedo. Qué regalo/ esta secreta cercanía nuestra,/ yo en la veranda y él en la rama/ tan despiertos y tan en calma somos/ vecinos el zorzalito y yo".

Es un problema de voz, de impostación central: hay esos textos que se llaman poesía y pueden ser amables y correctos, con cierto oficio, sí, pero lo fundamental es que no nos ocurre nada leyéndolos. Y hay otros de los que emergemos necesariamente transformados, como este poema de Escudero, "Ultima apuesta": "Apártense, déjenme pasar/ vengo de estar existiendo y ya lo sé/ voy a las palideces. Merezco/ descanso pero antes/ quiero mirar atrás del horizonte para/ no verme siempre aquí como árbol seco/ donde no hay más que hablar./ No atajen, no digan que hay medicina buena/ dejen que me siente en el umbral/ a ver pasar la última gente. Los pájaros/ están escondiendo la cabeza bajo el ala// Manden alguien a comprar pan/ no digo de aquí sino de mañana/ porque mi hambre última/ es de lo que aún no he visto".

En los dos poemas alguien se siente como un árbol, en los dos hay pájaros. Pero uno es una pintoresca estampa, tan previsible como olvidable, dibujada por una vecinal y apacible contempladora de la naturaleza que, como el zorzalito, "bate grácil las alas" (¿se puede escribir así en el 2011?), mientras que el otro nos arroja un manotazo de verdad inclemente, una música negra indómita, una humanidad irrenunciable.

Aquí no se trata del Primer Premio Nacional de Poesía, sino del inmerecido agravio que recibe Jorge Leónidas Escudero, un anciano e insigne poeta sanjuanino. Que el Honorable Jurado, acompañado de su impresionante cortejo curricular de cátedras, premios, menciones, ediciones y demás equipajes, se haga cargo.

© La Nacion

La autora, doctorada en lingüística en el MIT, es poeta y ensayista

miércoles, 31 de agosto de 2011

Matan a una chica

"El domingo 20 de noviembre de 1938, los diarios de Córdoba, negligiendo la guerra civil de España y las andanzas de Deladier, vociferaban encabezamientos: "El rapto de una niña de 9 años moviliza toda la policía. Una niña despareció misteriosamente". Debajo, está el retrato a media página de Marta Ofelia, esa carita redonda con una sonrisa breve que durante un mes obsesionaría al país, esa sonrisa grave que muestra dos incisivos grandes, carita de conejo blanco, de durazno maduro, llena de candor, sobre un tórax y un cuello macizos y desarrollados. Nueve años! Esa imagen debía fluctuar tiernamente durante un mes delante nuestros ojos, para disolverse después en la nada, dejándonos abierta una congoja sorda, que a veces parece remordimiento, a todos los que hemos elegido conscientemente la gloria y el dolor de seguir perteneciendo a este país enfermo".

Jerónimo del Rey, Martita ofelia..., Bs. As., Penca, 1944, pp. 32-33.

martes, 23 de agosto de 2011

viernes, 19 de agosto de 2011

Sargenta Cruz

Para salvar a la patria
deben darle en el testuz
con una espada de luz
al venal dinero perro:
el viejo exilado Fierro
la brava sargenta Cruz.


Jerónimo del Rey, 1940.

lunes, 15 de agosto de 2011

Bach,BWV 34,Choral: Friede uber Israel

Paz, paz, paz, sobre el pueblo de Dios. Friede über Israel, cantata de Juan Sebastián sobre salmo de David.

Neruda

Neruda: "Con mi razón, apenas, con mis dedos, / con lentas aguas lentas inundadas, / caigo al imperio de los nomeolvides, / a una tenaz atmósfera de luta, / a una olvidad sala decaída, / a un racimo de tréboles amargos".

domingo, 14 de agosto de 2011

sábado, 13 de agosto de 2011

César Tiempo: Versos a Tatiana Pavlova




¿Te acordarás de Katiuchka, tu amiga de la infancia,
esa rubia pecosa, nieta del molinero,
la del número 8 de Poltávaia Úlitcha
con quien ibas al Dnieper a correr sobre el hielo?

¿Te acordarás de aquellas temerarias huidas
para oír la charanga de la Plaza Voiena;
de los kopeks gastados en la Dom Bogdanovsky
en verano en sorbetes y en invierno en almendras?

¿Te acordarás de Pétinka, tu novio del Gimnasio,
de quien yo te traía las cartas y los versos;
de las fiestas aquellas cuando vino el Zarevitch
y sus fieros cosacos a visitar el pueblo?

¡Oh, los días felices de la infancia lejana
en el rincón humilde de la Ucrania natal:
la vida era un alegre sonajero de plata
y toda nuestra ciencia: cantar, reír y amar!

Mas, pasaron los años y nos llevó la vida
por distintos senderos: tú eres grande ¿y feliz?
y yo... Tatiana, buena Tatiana, si te digo
que soy una cualquiera, ¿no te reirás de mí?

¿Comprenderás el torpe fracaso de mis sueños,
verás el patio oscuro donde mi juventud
busca en vano la estrella que solícita enjugue
mi angustia con su claro pañuelito de luz?

¡Mas no quiero amargarte con mi vaso de acíbar,
tú también tus dolores y tus penas tendrás;
cerremos un instante los ojos y evoquemos
los días venturosos de la aldea natal!

viernes, 12 de agosto de 2011

jueves, 11 de agosto de 2011

lunes, 8 de agosto de 2011

reseña de Castellani crítico, por Miguel Ángel Petrecca, para no retornable

"Castellani crítico puede leerse tal vez inscripto dentro una tradición de textos fundamentales de la literatura argentina como el Facundo de Sarmiento, Operación Masotta de Correas, Barón Biza de Christián Ferrer, e incluso el Carriego de Borges. Textos, todos ellos, centrados en una figura con la que el autor entabla una relación de identificación ambivalente (fascinación, empatía, distancia...) y marcados siempre por una hibridez desde el punto de vista genérico (ensayo crítico, con fugaces reflejos biográficos en este caso). La fuerza del libro proviene del hecho de que, lejos de proponerse como un mero rescate arqueológico, interroga polémicamente, desde una perspectiva crítica que parece nutrirse del espíritu belicoso que observa en el mismo Castellani, la institución literaria y sus mecanismos de lectura, canonización y omisión. Hay en este libro, en ese sentido, en la medida en que impugna una cierta visión hegemónica de la literatura, algo del espíritu del revisionismo histórico al que Castellani es afín: la historia como un relato falseado que es necesario cuestionar ("indagar la producción de Castellani implica adentrarse en un territorio eludido hasta el fanatismo por las puntillosas historias nacionales")"

Reseña completa en el n. 9 de no-retornable

sábado, 6 de agosto de 2011

Vallejo

"¡Adiós, hermanos san pedros,
heráclitos, erasmos, espinosas!
¡Adiós, tristes obispos bolcheviques!
¡Adiós, gobernadores en desorden!"

viernes, 1 de julio de 2011

Preguntas, preguntas

Para golosina canibal.
1. En Castellani crítico, queda claro el porqué de la elección de su obra, de su vida pero ¿cómo llegaste a conocerlo y a interesarte por sus textos?


D. B.: Llegué a Castellani como uno llega casi siempre a los temas que lo terminan interpelando: por varios caminos, algunos inesperados. En principio, me crucé con Castellani en los escritos de Daniel Link sobre Walsh; es claro que el jesuita ocupa un lugar fundamental en la formación intelectual, e incluso en la idea de escritor, de Walsh y de la generación a la que Walsh pertenece. Por otro lado, el nombre de Castellani fue surgiendo en zonas que iban mucho más allá de su carácter de autor de textos policiales, es decir, de su lugar en el canon como uno de los grandes autores del género. Fue apareciendo en otras series, a partir de algunos interrogantes de carácter teológico-político que hoy resultan insoslayables y que Castellani, de una manera u otra, desde una posición explícitamente política que no es ajena al clima antimoderno que atravesaba a una porción del pensamiento occidental, había planteado en la Argentina desde los años 40. Me refiero a las lecturas en clave histórica y política de cuestiones como el Apocalipsis, que Castellani traduce en los años 50, cuando está pensando no sólo a Carl Schmitt, que era ya una lectura habitual en ciertos autores nacionalistas, o a Erik Peterson -teóricos que hoy son la sustancia de una reflexión teológico-política seria- sino también a Simone Weil, a quien aprecia muy tempranamente. Hay, pues, una zona del saber que Castellani elabora de manera lateral a las articulaciones que van armando lo que hoy entendemos como literatura argentina del siglo XX, pero en relación directa con las grandes debates de su época, una discusión que, de una manera a otra, llega hasta el presente. Y veo una alternativa muy clara a la oposición cosmopolitismo/nacionalismo.
Con todo, el mejor estímulo fue seguramente el vacío en torno a Castellani, más allá del Castellani policial: el borramiento de un critico y de un novelista considerable de las historias literarias y de los programas universitarios, como si en esos textos hubiera un elemento efectivamente resistente al tipo de preguntas que la crítica académica plantea y con las que se viene armando desde los 80 el canon de lecturas legítimas. El vacío es un acicate invalorable, porque es producto de una denegación que funciona también como indicio de un modo en que se ejerce la crítica académica y, por supuesto, la crítica periodística en los medios hegemónicos.
Quiero destacar que no me interesa hacer una apología de Castellani, ni tampoco levantar una condena indignada desde la koiné de la corrección política. No me interesa ese tipo de crítica que sólo muy raramente se corre de lo dado y que termina revalidando ese dado como válido, lo actualiza desde el punto de vista de lo que es apto para ser leído. Se puede pensar que ese estado de la crítica es "pregramsciano", una crítica depotenciada de su capacidad de intervención sobre lo que hereda y demasiado integrada desde el punto de vista de las instituciones y los mandatos. Sobre todo, una crítica que lee el canon, pero muy raramente los procesos de canonización, al contrario de lo que hace Gramsci con Croce o con Gentile. Una crítica para la que las disputas por el sentido y el debate en torno a la literatura -muchas veces postulados como declaración de buenas intenciones- se esfuma. Es esa carencia de una perspectiva conflictiva lo que hace que esa crítica sea tan reiterativa y previsible.
El problema es sobre todo que los juicios encomiásticos plasman un modo de leer demasiado confirmatorio y, consecuentemente, no crítico. Un discurso que la retórica enmarcaría en el ámbito del género epidíctico, del orden de lo que se celebra -algo que está en relación, según Aristóteles, con el discurso fúnebre, y que es en consecuencia lógico que reaparezca ahora en los recordatorios borgeanos-, un género donde están los gérmenes, sí, de la crítica, pero que aun no llega a serlo. Bueno, Castellani -como varios otros escritores argentinos, por supuesto- es otra cosa, habla desde otro lugar, no es de derecha ni de izquierda, huye de esa dicotomía decimonónica. No admite ser acomodado con facilidad en los armados tradicionales de la crítica, no apela a un panteón difuso y prestigiado por la elite, no es simpático para la industria cultural. Castellani incomoda y exige, y esto lo subrayo, pensar la literatura en términos de conflicto, de choque por el sentido, de campo de fuerzas donde nada está clausurado del todo y donde todo cierre es provisorio.
Por último, algo anecdótico, familiar. A principios de los años 50, Castellani, suspendido ya de la Compañía de Jesús, pasaba varias temporadas en la casa de su hermano, médico, en la calle Libertad, a pocos metros de donde mi abuelo tenía su pescadería, en pleno centro inmigratorio -italo-árabe-judío- de Buenos Aires. Una de mis tías, además, era secretaria de ese hermano médico de Leonardo. Era común ver a Castellani deambulando por esas calles del centro, como una aparición (como dice Conti en su recuerdo publicado en la revista Crisis), como enfrascado o poseído, en una situación de profunda precariedad, puesto literalmente al bando.
Todo eso, de lo canónico al relato familiar es, creo, una mezcla estimulante.

2. Con la recuperación crítico-teórica que realizaste de Castellani, puede encenderse la oportunidad de reeditar sus libros que, hoy, resultan inconseguibles más allá de las librerías de antigüedades. ¿Hay proyecto de reedición de alguno de sus libros?


D. B.: Sí, estoy trabajando en la reedición de algunas cosas de Castellani para la colección Los Raros, de la Biblioteca Nacional, una colección que es, creo, uno de los grandes proyectos culturales de los últimos años. Una apertura, hecha desde un organismo estatal, del campo de lecturas posibles, más allá de lo consabido.


3. Finalmente, en consonancia con esta exhumación de un cuerpo y una obra condenadas en la literatura argentina, ¿te interesan otros autores argentinos que han dejado de leerse por operaciones críticas, falta de ediciones, etc.?


D. B.: Por supuesto, me interesan muchos autores argentinos, que en general han sido tratados con desdén, sumariamente condenados o directamente ignorados por la crítica convencional.
Por un lado, me interesan algunos personajes ligados a Castellani, con los que él está pensando permanente su producción, como Ernesto Palacio, que es uno de los críticos más lúcidos en los años 20 y en los año 30, además de traductor de Virgina Woolf, de Dante y de Céline, como Ramón Doll o como Hernán Benítez, que elabora desde los 30 una concepción material del arte y de la literatura con fundamento escolástico y que desde fines de los 40 va a dirigir la revista de la UBA. Me interesa la lectura que hace Benítez en esos años de la filosofía existencial a partir de Unamuno y la construcción de una concepción teológica de lo político a partir de la noción de solidaridad.
Me interesa mucho, además, un grupo de autores que piensan el problema de la tradición en esos mismos años 30 y 40, gente como Canal Fiejóo, Juan Alfonso Carrizo o Bruno Jacovella. Ver ahí cómo se arma un dispositivo nacionalista, donde lo folklórico es un componente fundamental y problemático.
Otro autor que rescato es Arturo Marasso; sus textos sobre Cervantes, Góngora o sobre Rubén Darío son un ejercicio de crítica a la vez académica y ensayística insoslayables, que se pueden leer en serie con los grandes momentos de la estilística, de la filología e incluso con la crítica iconográfica del siglo veinte. Es de una línea política y cultural totalmente diferente de la de Castellani, está en otra esfera, tiene serios problemas a partir del 43, con el ingreso de los nacionalistas al sistema educativo, pero también, por motivos que habría que elaborar, queda afuera de lo pensable desde la crítica hegemónica a la que me referí más arriba. Son textos que implican realmente un desafío para el lector, que ponen en juego paradigmas de lectura complejos como lo hacen en ese tiempo Spitzer o Warburg, autores que no generan ese efecto de estar participando de un mundo cultural aceptable de manera veloz y digerida, como en el caso de Borges o Cortázar. Me apasiona, además, la pregunta geográfica por la literatura, que me parece que en la Argentina está poco trabajada. Marasso, como Carrizo o Canal Feijóo o Jacovella, se arma a sí mismo desde lugares excéntricos de la Argentina, desde Chilecito y Catamarca. Primero “en provincias” y más tarde en Buenos Aires, Marasso se forma en los rigores de la crítica filológica y estilística y desde muy joven se dedica a la enseñanza en la Universidad de La Plata y en el Mariano Acosta, la Escuela Normal de Profesores. Es imposible pensar a Marasso prescindiendo de ese lugar profesoral, en el que su escritura se arma. Todo eso –lo provincial, lo erudito, lo profesoral- se elabora en sus ensayos y en su poesía. Es refractario a las lecturas veloces, no es reparatorio ni consolatorio ni sarcástico, y eso lo hace, desde mi perspectiva, especialmente atractivo.

martes, 28 de junio de 2011

Yvonne

9. ¿Cuál es la última línea que ha subrayado en un libro de otro autor?
Unas líneas de Castellani sobre Katheryn Mansfield: "Dios está allí actuando por su ausencia; y la desesperación penetra como un gas venenoso las escenas de acuarela donde toda ternura, delicia y felicidad que la vida puede dar juguetean; la desesperación como un rojo letrero de remate sobre un parque en primavera”. (Del excelente libro de Diego Bentivegna, Castellani crítico)

Respuestas muy estimulantes de Yvonne Bordelois acá.

domingo, 19 de junio de 2011

martes, 14 de junio de 2011

Horacio González: Hebe

"Los distintos tonos de desprecio que el buen decir desea pulir o retener para no chocar demasiadas veces con el ámbito mundanal que nos movemos, en Hebe siempre contaron con una voluntad de exposición sin cortapisas. Visto el daño y sus comitentes, se los injuria no con el arte oblicuo que recomendaba Borges, sino con la frase que brota drásticamente de la conciencia lacerada. Soterradamente cristiana sin cristianismo, Hebe se movió con impulsos intempestivos, fundando instituciones y a la vez fuera de los quicios consabidos."

texto fundamental de Horacio González, hoy en página.

domingo, 12 de junio de 2011

Reseña de La Divina Mímesis publicada en el diario El Litoral de Santa fe (12 de junio de 2011)

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Por Raúl Fedele

“La Divina Mímesis”, de Pier Paolo Pasolini. El Cuenco de Plata. Buenos Aires, 2011.

La quintaesencia de los ensayos de Erich Auerbach radica en estudiar las variaciones de interpretación de lo real a través de la representación literaria o “imitación”, la mímesis, partiendo del planteo del problema en el Libro X de la República platónica y con especial atención puesta en Dante Alighieri, por su pretensión de representar en la Comedia la Verdad, una “auténtica realidad”. Precisamente Dante y Auerbach son los dos referentes explícitos y principales del último libro que Pier Paolo Pasolini había decidido entregar a la imprenta, y que apareció en las librerías pocos días después de su asesinato. Ya en el título figuran esos dos autores: La Divina Mímesis.

Constituido por dos cantos, notas y un “poema fotográfico”, el libro es presentado por un supuesto editor como una “edición no crítica” de los apuntes encontrados después de que su autor fuera asesinado. La profecía personal (otro atributo dantesco) resulta escalofriante: “Un cuaderno de notas fue hallado incluso en el hueco de la guantera del auto; y, en fin, detalle macabro pero también -se nos permita- conmovedor, un papel cuadriculado (arrancado evidentemente de un block de hojas), con una decena de líneas muy inciertas, ha sido encontrado en el bolsillo de su cadáver (él ha muerto, asesinado a palazos, en Palermo, el año pasado)”.

Los originales del supuesto autor proponen distintos títulos para estos apuntes: Fragmentos infernales; Memorias barbáricas; Paraíso; La teoría y La divina teoría; La divina realidad... Como señala Diego Bentivegna en el prólogo a su impecable traducción de La Divina Mímesis, este libro debe situarse “en la época en que Pasolini elabora una cadena de conceptos tales como el genocidio cultural, la mutación antropológica, el nuevo fascismo, el conformismo de masas, el puritanismo industrial, etc., con los que intenta denunciar el acelerado proceso de destrucción de la cultura subalterna, campesina, premoderna de Italia”. El dedo acusador señala la homogeneización, la uniformidad obligatoria, la irrealidad, la revolución degenerada, y reiteradamente regresa a denunciar ese otro matiz arrollador que acompaña al pecado de la normalidad y del conformismo que ve instalarse con fuerza en la sociedad italiana (y por extensión, podríamos decir, occidental): el de la vulgaridad.

Como en el proemio a la Comedia se encuentra a Dante perdido en la selva tenebrosa del 1300, el canto I de La Divina Mímesis encuentra al narrador en un “momento muy oscuro” de su vida, en medio de la Selva de la realidad de 1963. El escenario oscuro resulta paradójicamente luminoso (“oscuridad igual a luz”), ya que estamos en una sala cinematográfica. Y como en Dante aparecen las tres fieras: la lonza, “la bestia ágil y sin escrúpulos”; el león, “vago, vil, prepotente, estúpido, carente de algún otro interés que no fuera vagar, solo, o devorar, solo”, y la loba, que causa terror “no por lo que representaba de degradado, sino por el solo hecho de ser una aparición, casi objetiva: la definición de sí, un ‘ecce homo’, por decirlo así, de cuya realidad el conocimiento no puede escapar de ninguna manera. Su presencia era tan indiscutible que suprimía toda esperanza de poder llegar alguna vez a esa cima misteriosa que entreveía delante de mí, en el silencio”.

Finalmente, emulando la posición que Dante asume al elegir la lengua vulgar para su obra excelsa, Pasolini apuesta por una lengua que juegue todas sus combinaciones históricas (la ósmosis con el latín, los entrecruzamientos dialecto-latín, koiné-latín, lengua literaria-latín, tecnolengua-latín, etc., etc.). De ahí que en la sección fotográfica, junto a imágenes de suburbios, del Tercer Mundo, de partisanos, de “El Evangelio según San Mateo”, aparezcan dos escritores italianos claves en la concepción de una apertura lingüística (y estilística, descentralizada, antihegemónica): el “gran lombardo”, Carlo Emilio Gadda, y el ensayista Gianfranco Contini.

viernes, 10 de junio de 2011

Diario El litoral, de Santa Fe. Reseña de El poder de la letra.

Publicaciones

“El poder de la letra”

Juan Mantovani, uno de los autores estudiados en el libro de Diego Bentivegna. Foto: Archivo El Litoral
Diego Bentivegna, en El poder de la letra, que acaba de publicar la Editorial Universitaria de La Plata (Unipe), estudia en cuatro textos algunos momentos en que el humanismo integral de Estado se concibió en el Río de la Plata. Manuales, planes de estudio, leyes de educación, estudios literarios en los que se perfila la guía, el encauzamiento y el ascenso al destino venturoso y virtuoso de una nación a través de una instancia cultural civilizadora, en la cual la literatura y la lectura ocupan un lugar central. “En el siglo XIX, a través de la constitución de los estados nacionales y de la consiguiente expansión del sistema educativo, el humanismo es percibido como un modo de intervención política concreta en el cuerpo social. Es el siglo del Liceo, de la Escuela Normal, del Bachillerato, del Gimnasio. Es el siglo, en pocas palabras, ‘del humanismo de Estado’, un humanismo burgués, pedagógico, y, hasta cierto punto, cosmopolita, fundamentado en la confianza en los clásicos y en la validez universal de las lecturas nacionales”.

Consecuente con esta premisa, el primer texto repasa la historia y los fundamentos del Manual de enseñanza moral para las escuelas primarias del Estado Oriental, que Esteban Echeverría escribe durante su exilio en Uruguay y que se publica en 1846, y con el que se propone la regeneración y transformación gradual de la ciudadanía de un país. Ese manual que Juan María Gutiérrez calificará como “el más precioso, efectivo y elocuente tratadito, el libro más adecuado para sembrar en las conciencias tiernas las semillas del bien y el germen de las virtudes viriles y sólidas de que rebosaba el alma de su autor, de quien pudo decirse que tenía el corazón en los labios”.

En el segundo texto, Bentivegna analiza a tres profesores y funcionarios preocupados por la constitución de una identidad nacional a partir de una acción en distintos ámbitos del Estado: Calixto Oyuela, Joaquín V. González y Ricardo Rojas. Especialmente centra la atención en la forma en la que conciben las relaciones entre el “pueblo” y la producción literaria.

El tercer estudio se ocupa el humanismo, la lectura y la comunidad nacional en dos pedagogos espiritualista, Juan E. Cassani y Juan Mantovani, ambos nacidos en 1896 en la “pampa gringa” (Cassani en Lincoln, provincia de Buenos Aires; Mantovani en San Justo, provincia de Santa Fe).

El texto final analiza los textos en los cuales los filólogos españoles Amado Alonso y Américo Castro

dan a conocer, entre 1935 y 1943 estudios lingüísticos y literarios que tratan el “caso argentino”, sosteniendo la unidad y homogeneización de las prácticas lingüísticas como base indeclinable para la unidad cultural hispanoamericana.

miércoles, 1 de junio de 2011

Bustos : la identificación de los restos

INSTITUCIONES DE ESTUDIOS HISTORICOS DE SANTA FE
PIDEN PRECISIONES SOBRE EL SUPUESTO HALLAZGO DE LOS RESTOS DEL
BRIGADIER GENERAL JUAN BAUTISTA BUSTOS

Ante la información publicada en los medios de prensa sobre las exploraciones arqueológicas realizadas en el templo de Santo Domingo de la ciudad de Santa Fe que habrían dado por resultado el hallazgo de unos restos óseos que habrían sido reconocidos como pertenecientes al exgobernador de Córdoba, Brigadier General Juan Bautista Bustos, las autoridades de la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe, el Archivo General de la Provincia, el Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales y el Museo Histórico Provincial “Brig. Gral. Estanislao López”, solicitan que, antes de anticiparse a sacar conclusiones que pudieran llevar a cometer un error lamentable y a llevarse a la provincia de Córdoba los restos de alguien que bien pudo ser un vecino santafesino de los muchos que se sepultaron dentro y fuera del primitivo templo dominico, se realicen las pruebas de ADN que estaban previstas.
Las mismas autoridades recuerdan que cuando fue sepultado el Brigadier Bustos en 1830, el templo dominico era otro, cuya disposición arquitectónica se desconoce. Que cuando fue construido el actual, a fines del siglo XIX, no se conservó la memoria de la localización aproximada de las personas sepultadas, entre ellas la del primer gobernador de Santa Fe, Don Francisco Antonio Candioti. Que por lo tanto no existe manera de identificar los lugares en que pudieron ser sepultados la mayoría de las personas que yacían en el templo.
Así fue que en 1972 se colocó una placa de mármol en las proximidades del altar para recordar que en este templo se encontraban sepultados los restos de Bustos, pero sin pretender indicar que el lugar de la placa coincidía con el de la sepultura del prócer.
Las instituciones de estudios históricos santafesinas hacen notar que la elección de cualquier punto para iniciar la búsqueda de cualquiera de las personas sepultadas bajo las losas del antiguo templo es antojadiza, aunque es lo más probable que toda excavación que se emprenda dé por resultado el hallazgo de restos óseos pertenecientes a una o a varias personas.
Si el equipo de arqueólogos y antropólogos que realizó la excavación tiene elementos para exhibir en respaldo de la identificación de los restos hallados debe darlos a conocer, fuera de la muy dudosa argumentación de las costillas mal soldadas.
Si es verdad que se descubrió una bóveda que habría alojado los restos de Bustos en mejores condiciones que una sepultura común, debe ser dada a conocer a otros especialistas.
Si existió un Protocolo para la Intervención que han observado los especialistas intervinientes: antropólogos y o arqueólogos, debe ser hecho público.
Si la Orden de Predicadores disponía de datos en sus archivos de Córdoba, o aun de la misma Santa Fe, que no han sido hecho públicos, sobre el lugar donde fueron sepultados los restos de Bustos, o sobre la antigua disposición arquitectónica del templo viejo, debió y debe comunicarlos, especialmente cuando la Junta de Estudios Históricos los solicitó expresamente en diciembre de 2009.
El argumento expuesto por los antropólogos sobre las características de lo restos hallados, que corresponderían a un hombre de 51 años que ha sufrido lesiones en las costillas no resulta excluyente de otras personas sepultadas en el lugar, como es el caso del exgobernador de la provincia de Santa Fe, Don Patricio Cullen, muerto violentamente en el combate de Los Cachos a los 51 años en 1877.
Se hace notar que la Junta de Estudios Históricos, en noviembre de 2009, produjo un dictamen en el que requería de las autoridades de la Provincia de Córdoba las mayores garantías y precisiones sobre los pasos a seguir y a la Orden de Predicadores toda la documentación disponible. Que como consecuencia recibió del Gobierno de Córdoba un informe de las exploraciones realizadas con detector de metales que mostraba señales confusas en diversas partes del templo a profundidades no mayores de 60 centímetros.
Que la referencia hecha por un funcionario del gobierno de la provincia de Córdoba a la participación del Dr. Leo W. Hillar Puxeddu en el proceso de investigación y búsqueda de los restos de Bustos resulta improcedente, ya que el citado historiador, miembro de la Junta de Santa Fe y expresidente de la misma, publicó diversos artículos y notas en los que expresaba la imposibilidad de localización de la tumba del Brigadier Bustos, como el aparecido en “ La Voz del Interior “, de Córdoba el 4 de Abril 1976 en el que con precisión, se propone poner punto final a la cuestión del lugar de sepultura de los restos de Bustos.
Frente a lo expuesto, las autoridades de las instituciones firmantes, ponen en tela de juicio la filiación atribuida a los restos exhumados en el presbiterio del Templo de Santo Domingo de la ciudad de Santa Fe, y alertan a la población de las provincias de Santa Fe y de Córdoba sobre el grave e injustificable error que podría significar el traslado de unos restos anónimos para ser honrados en la catedral de Córdoba como pertenecientes al Brigadier General Juan Bautistas Bustos.
Consecuentemente piden la realización del correspondiente ADN y la suspensión del traslado de los restos hasta obtener los resultados.
Del mismo modo advierte que la ley de 1975 que autoriza el traslado de los restos de Bustos es aplicable solamente en el caso de que, efectivamente, esté probado que los restos humanos que se pretende sacar de la provincia correspondan al citado prócer argentino, cosa que está lejos de haberse concretado.


Firman:

Lic. Liliana Montenegro de Arévalo
Vicepresidente - Junta Prov. de Estudios Históricos.

Lic. Pascualina Di Biasio
Directora – Archivo General de la Provincia de Santa Fe

Arq. Luis María Calvo
Director – Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales

Prof. Alicia Talsky
Directora – Museo Histórico Provincial “Brig. Gral. Estanislao López”.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Mayo poético

Como era fiesta el día de la patria,

y en mi sierra se nublan casi todas

las mañanas de mayo, el veinticinco,

nuestra madre salía a buena hora

de paseo campestre con nosotros

a buscar por las breñas más recónditas

el panal montaraz que ya el otoño

azucaraba en madurez preciosa.



Leopoldo Lugones, "Oda a los ganados y a las mieses"

martes, 24 de mayo de 2011

Las cenizas de Pasolini,

Por Guillermo Saccomanno, en Radar libros.

"Traductor y prologuista de La Divina Mímesis, Diego Bentivegna señala que junto a Contini, los años 50 son para Pasolini los del magisterio intelectual de Erich Auerbach, de cuya obra extrae el concepto de mímesis, entendido en un sentido peculiarmente atento a sus dimensiones lingüísticas. Para leer La Divina Mímesis es importante recordar que, en el recorrido crítico de Auerbach, Dante ocupa un lugar de bisagra en la literatura occidental. La escritura pasoliniana acá representa un momento de plenitud del proyecto mimético en el que se conjugan lo sacro y lo profano, lo ridículo y lo sublime, lo frívolo y lo teológico. Anterior a La Divina Mímesis, el fervor dantesco de Pasolini se puede remontar a un ensayo de 1965: La voluntad de Dante de ser poeta (recopilado en el imprescindible Empirismo herético, traducido y anotado por Esteban Nicotra), donde se planteaba la trascendencia de la operación lingüística de Dante: correrse del latín, escribir su Commedia en lengua toscana, es decir, toda una actitud política al apartarse de una lengua culta hegemónica adoptando una plebeya. Esta estrategia pasoliniana de retornar a Dante, era una resignificación que desafiaba a “cierta crítica marxista italiana” a volver a los orígenes de la lengua si quería discernir una poesía cuestionadora de una adocenada. Casi redundante señalarlo: para Pasolini Dante representa el creador total que marca el pasaje de la Edad Media al Renacimiento, el ideólogo que articula teorías políticas, que no perdona a los tibios que no toman partido, el poeta que noveliza su concepción del mundo apelando a los sublenguajes populares..." Sigue aquí.

lunes, 23 de mayo de 2011

La máquina católica, por Daniel Link

publicado en el diario Perfil de Buenos Aires, 22 de mayo de 2011.

El catedrático y escritor continúa la serie en la que rescata figuras olvidadas de las letras nacionales. En este ensayo, recupera la obra del jesuita Leonardo Castellani (1899-1981), hasta hace poco tiempo ignorado por la crítica, pese a que su obra merece un lugar de privilegio junto a la de Jorge Luis Borges y Roberto Arlt en la literatura argentina del siglo XX.

Por Daniel Link

21/05/11 - 11:33


Variado. Escribió relatos policiales, sátira, crítica literaria, comentarios bíblicos y ensayos de pedagogía.

Esa mañana, el padre revisó su sotana cuidadosamente. Había encargado que se la plancharan con apresto porque suponía que tendría que posar para las cámaras, antes o después del almuerzo en cuya lista de invitados había entrado casi por carambola (“divina”, le gustaba decir ante sus amigos), pero del que decidió participar porque estaba íntimamente convencido de su derecho a integrar esa acotadísima nómina de representantes de las Letras Argentinas.

Mayo de 1976 había empezado por todo lo alto: el domingo 9, el presidente se había encontrado con científicos de renombre (hubo incluso algún Nobel). Días después, con ex cancilleres, y el 17 de mayo con las nuevas autoridades de la Conferencia Episcopal Argentina, que dos días antes había difundido la Carta Pastoral Anual que subrayaba el necesario espíritu de comprensión para con las dificultades de la “nueva etapa”.

Aunque el padre Leonardo Castellani no se llevaba bien ni con los miembros salientes de la Comisión, ni con los nuevos, su nombre fue sugerido por ese cónclave como uno de los más prestigiosos que la “literatura católica” podía acercar a esa mesa, servida el miércoles 19 de mayo de 1976 en la Casa de Gobierno para “conversar abierta, francamente, de los problemas que atañen a la cultura en relación con la situación del país”, tal como el secretario general de la Presidencia, general José Villarreal, se encargó de promocionar en los diarios durante los días previos.

Retrospectivamente, más le valdría no haberlo hecho, porque dos de los invitados, por esos anticipos, comenzaron a ser impiadosamente acosados para que presentaran ciertos reclamos ante el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. La comisión directiva de la SADE –que había ganado las elecciones internas gracias a sus aliados del PC– presionó a su presidente, Horacio Ratti (invitado junto con Jorge Borges, Ernesto Sabato y Leonardo Castellani) para que entregara, además de una serie de reivindicaciones sectoriales, una lista con nombres de escritores desaparecidos o presos desde marzo (Haroldo Conti, Alberto Costa, Roberto Santoro, Antonio Di Benedetto, entre otros). Aunque Ratti quiso negarse a semejante encomienda, debió acatar la decisión de sus sádicos colegas.

Castellani, por su parte, había recibido la visita de “una persona que, con lágrimas en los ojos, sumida en la desesperación, [le] había suplicado que intercediera por la vida del escritor Haroldo Conti”, secuestrado en su casa el 4 de mayo. (“Yo no sabía de él más que era un escritor prestigioso y que había sido seminarista en su juventud. Pero, de cualquier manera, no me importaba eso, pues, así se hubiera tratado de cualquier persona, mi obligación moral era hacerme eco de quien pedía por alguien cuyo destino es incierto en estos momentos. Anoté su nombre en un papel y se lo entregué a Videla, quien lo recogió respetuosamente y aseguró que la paz iba a volver muy pronto al país”, declaró dos meses después Castellani a la revista Crisis.)

Pese a los informales hábeas corpus, el almuerzo fue tranquilo, y la tenacidad de los historiadores nos ha regalado con exactitud el curso del servicio (budín de verduras, ravioles con salsita de tomates, ensalada de frutas), la satisfacción de los comensales y las trivialidades de los intercambios conversacionales en ese momento crítico: los problemas de la vista, la baja calidad de la comida norteamericana, la necesidad de un consejo de notables para la regulación de los medios masivos, el descuido del idioma... Sobre ese almuerzo, que pudo haber cambiado la historia del país, se sabe todo. Algunos de sus participantes, sin embargo, han permanecido en un injusto olvido que el paso de los años apenas si comienza a torcer.

Se podría decir que a Horacio Ratti se lo tragó la tierra o la burocracia (con justicia). Pero la novelesca vida del “furibundo jesuita” Leonardo Castellani (Reconquista, Santa Fe: 16 de noviembre de 1899 – † Buenos Aires, 15 de marzo de 1981) habría merecido una película en cualquier país menos atónito ante los dictados del canon universitario, la pereza crítica y el negocio del libro.

Su obra, vastísima e inconmensurable (de mayor alcance que la de Borges, menos nihilista que la de Sabato, de mayor plasticidad que la de Arlt: cuentos costumbristas, comentarios bíblicos, crítica literaria, parábolas camperas, relatos policiales, historias fantásticas, ensayos de pedagogía, la sátira en la revista Jauja, que fundó, y hasta una traducción anotada de la Suma Teológica del Doctor de Aquino), domina el siglo XX con un brillo que recién ahora comienza a percibirse.

En un reciente y heroico libro (Castellani crítico. Ensayo sobre la guerra discursiva y la palabra transfigurada, Buenos Aires, Cabiria, 2010), Diego Bentivegna se deja iluminar por las incandescentes proporciones de esa obra, sobre todo en lo que se refiere al jesuita como un teórico de la lectura (entendida en todas sus implicaciones prácticas: la crítica, la pedagogía, la interpretación de los textos sagrados, etc...).

Si bien Las nueve muertes del padre Metri (1942) fue considerado por Rodolfo Walsh como el mejor libro de relatos policiales escrito en nuestro país, Bentivegna va mucho más allá y recusa las corrientes hegemónicas de la crítica, cuya miopía le ha impedido situar su producción en el lugar que le corresponde. Castellani, en la perspectiva de Bentivegna, se coloca a igual distancia del elitismo de Borges y de las máquinas modernas de Arlt y Bioy Casares (tal y como Beatriz Sarlo las definiera alguna vez) y sin la noción de “palabra transfigurada” de quien dedicó su extraordinaria capacidad intelectual, entre otras cosas, a la traducción del Apocalipsis de Juan de Patmos y a los arrebatos nacionalistas, el panorama cultural de la modernidad argentina está incompleto. Bentivegna lee en Castellani una “utopía de la heteroglosia”. La hipótesis es fundamental para evaluar su peculiar nacionalismo pero, sobre todo, para enfrentar todas las fantasías concentracionarias del monolingüismo y el discurso único, respecto de los cuales nos sentimos hoy tan acorralados.

El lenguaje roto de Castellani (que toma piezas de la lengua culta, del cocoliche inmigratorio, de las lenguas clásicas y las jergas populares) se alza contra toda pretensión de pensar la literatura como cosa del espíritu (ningún afán vanguardista lo guía) y señala en la dirección del “arte encarnado” propio del cristianismo: una “palabra transfigurada” que es “una afirmación de la materia, del carácter corporal del acto estético”.

Católico, Castellani no puede sino sostener los universales, pero su religio, como nos ha recordado Giorgio Agamben, tal vez provenga antes del relegare que del religare: no se trata de religar los vínculos plenos de los universales, sino de relegar todo reduccionismo abstracto: en esa tensión se sostienen las formas de vida, y en esos márgenes se deja leer lo que la literatura argentina (a través de sus obedientes acólitos) no quiere pensar sobre sí.

lunes, 16 de mayo de 2011

Conferencia sobre la obra de Leonardo Castellani

“Leonardo Castellani: canon y crítica” es el título de la conferencia que tendrá lugar el sábado a las 17 en el Museo Etnográfico.

De la Redacción de El Litoral

El sábado 21, a las 17, en el ámbito del Taller de Lectura del Ministerio de Innovación y Cultura, que funciona en el Museo Etnográfico, Diego Bentivegna dictará una conferencia sobre Leonardo Castellani: canon y crítica. La conferencia de Bentivegna, abierta a todo público se inscribe en las jornadas “Lecturas de otoño”, que reunirá este viernes y sábado a autores de distintas localidades, a partir de las 19, en el mencionado museo, en 25 de Mayo 1470.

Bentivegna es autor de Castellani crítico. Ensayo sobre la guerra discursiva y la palabra transfigurada (Ediciones Cabiria, 2010), que recorre la producción crítica de Leonardo Castellani a partir de algunos grandes núcleos: la cuestión de la polémica y de la guerra discursiva, la relación entre crítica, exegética y lectura; el problema del fariseísmo; el lugar del concepto evangélico de transfiguración para pensar la dimensión político-teológica de las intervenciones de Castellani. Como escribió Cecilia Romana en nuestras páginas de Artes & Letras, resulta “un libro esencial para ubicar a nuestro autor [Castellani] en tiempo y espacio, y confrontarlo con sus contemporáneos, los mismos que lo alabaron o defenestraron, según la época y el momento político que atravesaba el país”.

La obra de Leonardo Castellani es una de las más prolíficas de la literatura argentina; es, al mismo tiempo, y paradójicamente, una de las menos transitadas por los estudios académicos. Nacido en Reconquista, en pleno chaco santafesino, en 1899 (el mismo año que Borges) y fallecido en Buenos Aires en 1981, Castellani atraviesa el siglo XX argentino, con sus logros y sus contradicciones, sus pasiones y sus tragedias. Su obra permite revisar algunos de los grandes momentos que van constituyendo aquello que pensamos, siempre de manera problemática, como “cultura argentina”.

Castellani es cultor de una pluma filosa y, en ocasiones, hiriente, incluso, en relación con las instituciones eclesiásticas, dato no menor para entender su expulsión de la Orden Jesuita, en 1949, luego de dos largos años de residencia en la localidad catalana de Manresa, donde se replantea su lugar como escritor, como creyente y como sacerdote.

Sus textos críticos incluyen, en principio, intervenciones polémicas en torno a algunos componentes centrales de la literatura nacional, como sus contemporáneos Jorge Luis Borges y Ezequiel Martínez Estrada -con cuyas lecturas del Martín Fierro polemiza lúcidamente-, reseñas bibliográficas, prólogos, traducciones (como la de El señor del mundo, novela del ingles Hugh Benson, como Castellani, miembro de la orden jesuita). Incluyen, además, extensos artículos con autores hacia los que siente particular empatía, como Dante, Paul Claudel, Gilbert Chesterton. En la segunda parte de su vida, su universo ensayístico se puebla de personajes como el enorme filósofo danés Soren Kierkegaard, que, con su cristianismo absoluto y su lucha contra las versiones institucionalizadas de lo religioso, se transforma para Castellani en un referente obligado. Al filósofo de Copenhague dedica Castellani, en efecto, lo que tal vez constituye su libro ensayístico más potente: De Kierkegaard a Tomás de Aquino, publicado en 1973 por la editorial Guadalupe.

Castellani, además, se dedica con ahínco a la reflexión exegética en torno a los grandes textos de la tradición cristiana. Surgen de esta reflexión volúmenes como El Evangelio de Jesucristo -que recoge los artículos dominicales publicados en el diario La Tribuna de San Juan-, Las parábolas de Cristo y, fundamentalmente, los volúmenes dedicados a la problemática apocalíptica: Cristo, ¿vuelve o no vuelve? y El Apocalipsis de San Juan.

Cabe recordar que el jesuita santafesino es el creador de la saga de ficción policial centrada en la figura del padre Metri, un sacerdote italiano instalado en pleno chaco santafesino que resuelve, con una mezcla de tomismo y de saberes populares, una serie de casos de singular truculencia. Pero además Castellani transita, como autor literario, por una grandísima variedad de registros, de escrituras y de géneros, desde el relato de matiz regional, como el que cultiva en el volumen Historias del norte bravo, que recopila narraciones ambientadas en el amplio arco que va de los andes catamarqueños a las costas de los grandes ríos del Litoral, hasta la novela, en diferentes formatos y variedades. Así, encontramos novelas de anticipación, como Su majestad Dulcinea; novelas de matriz apocalíptica, pensadas como dispositivos ficcionales que despliegan complejas, y a veces aventuradas, exégesis de textos bíblicos (Los papeles de Benjamín Benavides) e, incluso, una nouvelle de misterio como El enigma del fantasma en coche, escrita durante la estadía de Castellani en la ciudad de Salta y donde experimenta con las variedades del castellano hablado en el noroeste argentino.

En síntesis, para retomar las palabras que escribe Hernán Benítez, otro gran intelectual jesuita argentino, la obra de Castellani, en su complejidad y en su variedad de estilos y géneros, constituye un “género único”: uno de los más potentes y problemáticos, sin duda, de la literatura argentina.

Diego Bentivegna es doctor en Letras por la UBA, donde se desempeña como docente en el área de Literaturas Comparadas. Ha publicado los libros Paisaje oblicuo (ensayo, 2006), Viaggio in Italia. 8 poetas italianos contemporáneos (Crítica y traducción, 2008) y El poder de la letra. Literatura y domesticación en la Argentina (ensayo, 2011). Ha estado a cargo de las ediciones en castellano de La Divina Mimesis, de Pier Paolo Pasolini (2011) y del epistolario del mismo autor (2005

domingo, 15 de mayo de 2011

Castellani: elogio de Italia

Italia, tierra ceñida
Del mar y alzada en fervor
El italiano es pastor
Y entiende la arquitetura-
Un tano no siendo cura
Es músico o costrutor.


Castellani, La muerte de Martín Fierro, Buenos Aires, Cintra, 1953, p. 32.

viernes, 13 de mayo de 2011

Raúl Zurita

"(...)Comencé a escribir bastante joven, pero fue mientras estudiaba ingeniería que me di cuenta que la poesía iba a ser mi pasión, el único sentido de una hipotética plenitud, y de las bastantes más posibles derrotas. Sin embargo, aún no sabía mucho. Escribí en el año 1969 algunos de los poemas cortos que están en el comienzo del libro Purgatorio y el en 1972 otro poema que se llama “Áreas verdes”, y que creo que es lo más perfecto y angustioso que he hecho. Regresé de Ingeniería para caer de bruces en las bodegas del barco Maipo en la madrugada del 11 de septiembre de 1973. Cuando salí de ahí tenía el mundo completamente roto. No me asilé y pensé en lo peor. Paradojalmente ese golpe me salvo la vida, ya tenía absolutamente decidido suicidarme, pero al comprobar cómo mataban gentes en las calles, como a mí mismo me había golpeado y como en ese mismo instante estaban, repito, asesinando a tantos, el suicidio me parecía algo absolutamente ridículo, espantosamente ridículo, frívolo. Mis condiciones sicológicas y físicas eran insostenibles: una vez me bajaron de un bus solo por mi aspecto. Fue la humillación y el poema. Recordé esa frase de la mejilla de Cristo y me quemé la mía, respondiendo a la bofetada, lo hice solo, en un baño con un fierro que quemé al rojo en el fuego del calentador de agua. (...) más tarde comprendí que con ese acto absolutamente solitario, autodestructivo, había comenzado algo. Así se inició en verdad mi poesía, quemándome la cara y me propuse una obra que concluiría, si acaso, con el vislumbre colectivo de la felicidad. Fue en mayo de 1975, imagine todo el trayecto, las escrituras en el cielo y en el desierto, incluso los títulos: Purgatorio, Anteparaíso, y La Vida Nueva. Es eso, mi poesía va desde una mejilla quemada hasta el verso escrito para siempre en el desierto de Atacama “ni pena ni miedo” (mide cuatro kilómetros y puede ser visto desde las alturas, con él cerré La Vida Nueva en 1993. No he sido en ese sentido, un poeta espontáneo. He vivido más de veinte años obsesionado con una idea: el vislumbre de la felicidad. Todo lo que he hecho tiene que ver con eso, con la fuerza y la vida (y la derrota). (...) Me impacta todo lo bueno que leo, pero sólo puedo llorar de belleza con algunos muertos célebres: Miguel Angel, Dante, Whitman, Neruda, Homero y algunos más: Nietzsche ( a quien odio desde el fondo de mi corazón, pero que me hace llorar), Dostoievski. Esos grandes nombres me dan fuerza, me hacen explotar de felicidad y de plenitud. Algunas celebridades de los nuevos tiempos sin embargo me dejan absolutamente indiferente, partiendo por Borges. Amo al Vallejo de España aparta de mi este cáliz, cómo quisiera alguna vez lograr esa sencillez total y certidumbre. Pero el único camino para acceder a algo así es el trabajo moral".

jueves, 12 de mayo de 2011

Padre del aula

"Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrescencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse." (Carta de Sarmiento a Mitre de 1872, fragmento)

domingo, 8 de mayo de 2011

Leonardo Boff: Venganza y justicia

Leonardo Boff Alai-amlatina

Se necesitaría ser enemigo de sí mismo y contrario a los valores humanitarios mínimos para aprobar el nefasto crimen del terrorismo de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York. Pero resulta de todo punto inaceptable que un Estado, el más poderoso del mundo en el terreno militar, para responder al terrorismo se haya transformado él mismo en un Estado terrorista. Fue lo que hizo Bush, limitando la democracia y suspendiendo la vigencia incondicional de algunos derechos, que eran orgullo del país. Hizo más: dirigió dos guerras, contra Afganistán y contra Irak -donde devastó una de las culturas más antiguas de la humanidad-, en las que han muerto más de cien mil personas y ha habido más de un millón de desplazados.

Cabe repetir la pregunta que a casi nadie interesa plantear: ¿por qué se produjeron tales actos terroristas? El obispo Robret Bowman de Melbourne Beach de Florida, que fue anteriormente piloto de cazas militares durante la guerra de Vietnam, respondió, claramente, en el National Catholic Reporter, en una carta abierta al Presidente: «Somos el punto de mira de los terroristas porque, en buena parte del mundo nuestro Gobierno defiende la dictadura, la esclavitud y la explotación humana. Somos el blanco de los terroristas porque nos odian. Y nos odian porque nuestro Gobierno hace cosas odiosas».

No otra cosa dijo Richard Clarke, responsable contra el terrorismo de la Casa Blanca en una entrevista a Jorge Pontual emitida por la cadena Globonews el 28/02/2010 y repetida el 03/05/2011. Había advertido a la CIA y al Presidente Bush que un ataque de Al Qaeda era inminente en Nueva York. No le dieron oídos. Enseguida ocurrió, lo que le llenó de rabia. Esa rabia aumentó contra el Gobierno cuando vio que con mentiras y falsedades, Bush, por pura voluntad imperial de mantener la hegemonía mundial, decretó una guerra contra Irak que no tenía conexión ninguna con el 11 de septiembre. La rabia llegó a un punto tal que, por salud y decencia, dimitió de su cargo.

Más contundente fue Chalmers Johnson, uno de los principales analistas de la CIA, también en una entrevista al mismo periodista, el día 2 de mayo del corriente año. Conoció por dentro los maleficios que las más de 800 bases militares norteamericanas producen, distribuidas por todo el mundo, pues suscitan la rabia y la revuelta en las poblaciones, caldo de cultivo para el terrorismo. Cita el libro de Eduardo Galeano «Las venas abiertas de América Latina» para ilustrar las barbaridades que los órganos de inteligencia norteamericanos cometieron por aquí. Denuncia el carácter imperial de los Gobiernos, fundado en el uso de la inteligencia que recomienda golpes de Estado, organiza el asesinato de líderes y enseña a torturar. En protesta, dimitió y se hizo profesor de historia en la Universidad de California. Escribió tres tomos, «Blowback» (venganza), en los que preveía, con pocos meses de anticipación, los actos de venganza contra la prepotencia estadounidense en el mundo. Ha sido tenido como el profeta del 11 de septiembre.

Éste es el telón de fondo sobre el que entender la actual situación que culminó con la ejecución criminal de Osama Bin Laden.

Los órganos de inteligencia estadounidense son unos fracasados. Por diez años consecutivos han barrido el mundo para cazar a Bin Laden. Nada consiguieron. Sólo usando un método inmoral, la tortura de un mensajero de Bin Laden, han conseguido llegar a su escondite. Por tanto, no han tenido mérito propio alguno.

En esa caza todo está bajo el signo de la inmoralidad, la vergüenza y el crimen. En primer lugar, el Presidente Barak Obama, como si fuese un «dios» ha determinado la ejecución/matanza de Bin Laden. Eso va contra el principio ético universal de «no matar» y de los acuerdos internacionales que prescriben la prisión, el juicio y el castigo del acusado. Así se hizo con Hussein de Irak, con los criminales nazis de Nürenberg, con Eichman en Israel y con otros acusados. Con Bin Laden se ha preferido la ejecución intencionada, un crimen por el cual Barak Obama deberá responder algún día. Por otra parte, se ha invadido el territorio de Pakistán, sin ningún aviso previo de la operación. A continuación se secuestrado el cadáver y lo han lanzado al mar, crimen contra la piedad familiar, derecho que cada familia tiene de enterrar a sus muertos, criminales o no, pues por malos que fueren, nunca dejan de ser humanos.

No se ha hecho justicia. Se ha practicado la venganza, siempre condenable. «Mía es la venganza» dice el Dios de las Escrituras de las tres religiones abrahámicas. Ahora estaremos bajo el poder de un Emperador sobre quien pesa la acusación de asesinato. Y la necrofilia de las multitudes nos disminuye y nos avergüenza a todos.

Leonardo Boff es teólogo, filósofo y autor de Fundamentalismo, terrorismo, religião e paz, Vozes 2009.

Thomas Müntzer, teólogo de la revolución

"Mira, los señores y los príncipes son el origen de toda usura, de todo latrocinio y rapiña; ellos se apropian de todas las criaturas; de los peces del agua, de los pájaros del aire, de los árboles de la tierra (Isaías, 5, 8). Y luego difunden entre los pobres el mandamiento de Dios, "No robarás". Pero eso no vale para ellos. Reducen a la miseria a toso los hombres, pelan y despojan a los campesinos y a los artesanos y a todos ser viviente (Miqueas, 3, 2-4); pero para estos últimos, a la menor falta, la horca...." (1524)

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sábado, 7 de mayo de 2011

jueves, 5 de mayo de 2011

Elías Castelnuovo

—¿Y cómo explica, Castelnuovo, que Borges haya escrito tanto sobre malevos y orilleros, siendo que pertenecía a Florida?
—Pero él de los orilleros no sabe nada. En Hombre de la esquina rosada, trata de acercarse al lenguaje lunfardo y la pifia. Dice que los malevos salieron del Barrio Norte, de Palermo, y eso es un disparate.
—¿Y por qué escribe Borges sobre malevos, entonces, de puro imaginativo que es?...
—Y qué sé yo. Desde chico veía poco, y se crió encerrado. O sea que imagina, no más. Uno no sabe lo que escribe.
—No, no, al margen de ciertas cuestiones ideológicas, supongo que no le negará méritos literarios.
—¿Por qué no? A mí no me gusta lo que escribe. No puedo tener nada en común con un hombre cuyo ideal es una dictadura del siglo XIll. El pertenece a la reacción; es un instrumento de la oligarquía, que necesita firmas famosas para frenar los cambios del mundo.
(...)

Revista Siete Días Ilustrados
septiembre 1975
Oscar Giardinelli

Pasolini

«Jorge Luis Borges: NO. Orribile», (Corriere della Sera, abril de 1974).

miércoles, 4 de mayo de 2011

Literatura y domesticación



Mañana , jueves 5 de mayo de 2011, a las 17:30 habrá un brindis por la inaguración de las colecciones de la Universidad Pedagógica, La Plata. La cita es en el stand 525, pabellón azul.

domingo, 1 de mayo de 2011

Witoldo

"No conozco ninguna obra que introduzca mejor a los secretos de la sensibilidad contemporánea de la América Latina, a sus mitos, a sus fobias, a sus alucinaciones. Pero su contenido es universal, atravesado por la prodigiosa metáfora del "Informe sobre Ciegos"." Witold Gombrowicz en el prólogo a las ediciones alemana, italiana y francesa de "Sobre Héroes y Tumbas

sábado, 30 de abril de 2011

Sabato

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Dice H. Benítez: "He leído casi todos los libros publicados ese año contra nosotros. Excepto uno, "El otro rostro del peronismo" de Ernesto Sabato, hondo, sereno y digno de tomarse en cuenta, todo lo demás, qué bazofia! "Ayer fue San Perón" (de Damonte Taborda), "Eva Perón, la mujer del látigo" (de Mary Mann), "¿Qué es esto?" (de Ezequiel Martínez Estrada) deben ser analizados en insitutos frenopáticos. Están hechos de odio demencial, de odio patológico" (de N. Galasso, Yo fui el confesor de Eva Perón, Rosario, Homo Sapiens, 1999, p. 109).

sábado, 9 de abril de 2011

Cecilia Romana nos reseña en El Litoral de Santa Fe. Gracias, Ceci!


Pescando al ahogado

Por Cecilia Romana


“Castellani crítico. Ensayo sobre la guerra discursiva y la palabra transfigurada”, de Diego Bentivegna. Ediciones Cabiria. Buenos Aires, 2010.

Leonardo Castellani nació al norte de Santa Fe, más precisamente en Reconquista, un 16 de noviembre de 1899. De la misma forma que el tiempo se encargó de enterrar la primera fundación de don Juan de Garay en nuestras tierras, los años fueron ahogando la voz potente y original de este sacerdote jesuita, convirtiendo su nombre en una palabra hueca.

Pero Castellani fue un escritor prolífico, insólito en nuestro medio. Un crítico intrépido, cuya audacia le valió el exilio y quizás también, el olvido.

Tomando la posta de su interesantísima visión intelectual, Diego Bentivegna aborda su obra en Castellani crítico. Ensayo sobre la guerra discursiva y la palabra transfigurada, un libro esencial para ubicar a nuestro autor en tiempo y espacio, y confrontarlo con sus contemporáneos, los mismos que lo alabaron o defenestraron, según la época y el momento político que atravesaba el país.

Bentivegna, con un manejo erudito de las fuentes utilizadas, nos muestra el rostro menos conocido de Castellani: sus discrepancias con Borges; sus afinidades críticas con José María Rosa y Leopoldo Marechal, entre otros; sus gustos estéticos que ponen por encima de la poesía de Juan Ramón Jiménez a la de Miguel Hernández, por ejemplo; sus pensamientos sobre el libro como objeto, del que dice:

“Quien hace una cosa, es suya. ¿Quién hace un libro? Primeramente el autor del libro, a veces con pedacitos sanguinolentos de su cerebro y fibrillas vivas de su corazón. Después del autor, el que hace un libro es el impresor, que le da cuerpo material. Tercero hace el libro el editor, que prestando su capital, hace posible a los otros dos obreros su obra, a veces trabajando él muy poco. Finalmente entra el librero, el cual lo tiene depositado en su casa y lo va vendiendo. La justicia más obvia pediría, pues, que el producto pecuniario de esa producción cultural fuese de mayor a menor en este orden: el autor, el impresor y el libro. ¿Qué pasa? Pasa todo al revés”.

Todos estos rasgos, más una invalorable cronología y la sección que el autor llama “Vademécum crítico”, que reúne textos del propio Castellani, esenciales para una mayor comprensión y penetración en su obra, conforman un volumen breve aunque concentrado que tiene por mayor virtud la de rescatar una figura original de nuestras letras, no sólo en los aspectos reconocidos de su labor narrativa, sino en su perfil ensayístico y crítico.

En la pluma de Bentivegna, estos fascinantes textos acaban por ser una pincelada evocadora del capital literario de todo un período histórico y él, en consecuencia, el arqueólogo que desenterró las ruinas, o el pescador que sacó del río al hombre ahogado.

viernes, 1 de abril de 2011

Reseña de Castellani Crítico, por Lucas Adur, en la revista Criterio.

Nº 2369 » Abril 2011 Castellani revisitado
por Adur, Lucas · Comentar

En Castellani crítico, Diego Bentivegna propone un enfoque que busca reposicionar al “furibundo jesuita” en el campo literario argentino.La obra del sacerdote Leonardo Castellani abarca gran cantidad de volúmenes y una notable diversidad de géneros: cuentos costumbristas, exégesis bíblica, manuales filosóficos, crítica literaria, parábolas en clave gauchesca, relatos policiales, historias fantásticas y hasta una traducción anotada de la Suma Teológica de Tomás de Aquino. Esta inmensa masa textual permanece, en su mayor parte, ignorada por la crítica académica. Si se le concede algún lugar a Castellani es en tanto autor de cuentos policiales, en particular del chestertoniano Las nueve muertes del Padre Metri (1942) que en su momento Rodolfo Walsh consideró como el mejor libro de ese género escrito en nuestro país. El resto de la producción de Castellani parece expulsada de los marcos institucionales desde donde se enuncian tradicionalmente la crítica y la literatura: una palabra extópica, anacrónica, siempre fuera de lugar.

El reciente trabajo de Diego Bentivegna, Castellani crítico. Ensayo sobre la guerra discursiva y la palabra transfigurada (Buenos Aires, Cabiria, 2010) propone un nuevo enfoque que busca reposicionar a este “furibundo jesuita” en el campo literario argentino. No se trata sin embargo de una lectura apologética, de un mero intento de “rescatar” al autor del olvido, sino de un ensayo sobre la potencia crítica que atraviesa toda la obra castellaniana. Bentivegna revisa las cuestiones que ocuparon hace décadas al sacerdote santafecino, muchas de las cuales se encuentran aún vigentes: las complejas relaciones entre religión y política, el rol de los medios de comunicación en la formación y manipulación de la opinión pública, los aciertos y fracasos del sistema educativo y la injerencia del mercado en las prácticas culturales, por mencionar sólo algunas.

Las intervenciones de Castellani sobre estos temas (sobre todos los temas) suelen estar formuladas con una vehemencia que lleva a Bentivegna a hablar de una verdadera “guerra discursiva”. El autor analiza detenidamente la singular retórica polémica de este Bloy santafecino1 que por momentos “se acerca fuertemente al discurso inflamado del panfleto”.

La ironía, el calembour, la parodia y la injuria se cuentan entre los recursos que Bentivegna señala y que pueden encontrarse profusamente ejemplificados en el Vademécum crítico que figura como apéndice del libro. Allí se incluye un originalísimo apunte sobre “gordura y literatura” y una definición de James Joyce tan políticamente incorrecta como divertida.

Ahora bien, este fascinante estilo está estrechamente relacionado, como demuestra Bentivegna, con una idea de la literatura y de la crítica. El autor señala que existe en Castellani una particular sensibilidad a las condiciones materiales y las cuestiones técnicas en su interpretación de los fenómenos culturales, lo que le permite relacionar su pensamiento con el de teóricos marxistas como Walter Benjamin o Antonio Gramsci. Desde luego, en Castellani, esta concepción “materialista” de la crítica no proviene del marxismo sino de uno de los dogmas centrales de la fe cristiana: la encarnación. En el último capítulo de su libro (quizás el más interesante), Bentivegna desarrolla la noción de “transfiguración”.

Retomando consideraciones de Maritain, Auerbach, Jean-Luc Nancy y el mismo Castellani, el autor sostiene que lo propio del cristianismo es la búsqueda de un arte encarnado, que integre las dimensiones material y espiritual. Esta confluencia entre lo “alto” y lo “bajo” deja huellas visibles en la escritura castellaniana. Su estilo abandona todo ideal de “pureza” y de unicidad normativa para explorar la mezcla y la pluralidad de las lenguas que forman el tejido social, en una tradición que Bentivegna (vía Pasolini) remonta hasta Dante. La obra crítica y literaria de Castellani constituye una incursión en la complejidad del universo discursivo argentino de su época: la lengua culta, las variedades dialectales, el cocoliche inmigratorio, los tecnicismos teológicos, las lenguas clásicas y las jergas populares se superponen en su prosa.

La lengua heteróclita de Castellani se alza contra toda pretensión de pensar la literatura como puro hecho del espíritu. Como afirma Bentivegna, la “palabra transfigurada” del santafecino supone “una afirmación de la materia, del carácter corporal del acto estético”.

Esta concepción encarnada de la literatura permite releer no sólo a Castellani sino a toda una serie de autores más o menos cercanos a él (vg: Leopoldo Marechal). De este modo Castellani crítico, con un gesto que tiene algo de discreta provocación, vuelve a poner en discusión un sector de nuestra literatura que parecía “ilegible”, contribuyendo a lo que, como hemos dicho en otro lugar, es una de las funciones fundamentales de la crítica: la constante revisión del canon.

En 1952 Castellani escribió unas líneas sobre Leon Bloy que, mutatis mutandi, podríamos aplicarle hoy a él: violencias verbales, gusto por lo enorme, falta de mesura, y voluntad de “ladrar contra todo lo establecido”.



El autor es doctor en Letras.