–En su último libro, Horla City, se percibe la fascinación que siente por los artesanos. ¿El escritor tendría que hacer su trabajo como los artesanos, que se vuelven invisibles?
–Sí, tal vez un escritor debería construir una obra como se construye un mueble. Algunos escritores levantan ciudades y otros construimos una mesita de luz. Está bien: cada uno tiene que hacer lo que puede.
Entrevista completa a Fabián Casas. aquí.