lunes, 9 de abril de 2012

Poesía y verdad

El Toto Schmucler, ayer, en Perfil : "Además de dirigir Los Libros, en ese momento trabajaba en la editorial Siglo XXI, donde tenía a cargo una colección literaria, y recuerdo que en ese entonces decidí la publicación del último libro de Alejandra Pizarnik, El infierno musical, un hermoso libro, para mí sigue siendo un gran libro. A los dos o tres días de haberse publicado entra en la redacción de Los Libros, David Viñas, quien era muy amigo mío –además de colaborador de la publicación–, blandiendo el librito de Pizarnik, con ese rostro que lo decía todo. “¡¿Quién editó esto?!”. El sabía que lo había editado yo, pero igualmente le respondo que yo. Empezó a exaltarse, a irritarse, pero creía que todo eso era algo teatral y que al final íbamos a compartir la celebración de la publicación. Pero no, estaba indignado David. Me dijo: “No te pego una trompada porque usás anteojos”. ¿Cuál era el alegato? Que era una poesía ligera, sin contenido, sin sentido social, elitista, etcétera. Esto no sólo significó que no escribiera más en Los Libros, sino que durante un año entero no me saludara. Más tarde, cuando nos encontramos en el exilio, volvimos a saludarnos, sí, pero nunca volvimos a tener una relación tan buena como antes. Hoy sería imposible pelearse con un amigo por un libro de poemas. Este era el clima entonces."