"si no hay perturbación, no corresponde que haya deseo de conservarse ni temor de perderse".
lunes, 29 de diciembre de 2014
Anedda: pérdida y salvacion
Anonella Anedda: pérdida y salvación
del texto leído por Diego Bentivegna en la presentación del volumen Antología, de Antonella Anedda, en traducción de Jorge Aulicino, Buenos Aires, Hilos, 2014.
Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires – 9 de diciembre de 2014
(...)
“Salva con nome” es la forma italiana de la función “guardar como”, que todos los sistemas operativos poseen y que permiten no sólo recorrer los documentos en línea sino, básicamente, disponer de ellos en nuestros equipos, incluso cuando estos permanecen sin conexión a Internet. Es un título intenso y a la vez autorreflexivo, en la medida en que con él es la poesía, y ella no se limita sólo a la obra de Andedda, la que se percibe en el presente a sí misma. Podemos encontrar en este título un dato significativo para pensar el modo en que nos relacionamos hoy con la poesía contemporánea.
(...)
En la poética de los trovadores provenzales y los poetas del Stil novo, el “envío” era la forma típica en el que se cerraban las canciones, en las que se producía el cierre de una composición que era “entregada” a otro para que pudiera continuar su difusión y, en última instancia, su vida. Cuando “salvamos con nombre”, salvamos “como”, el “enter” es el comando con el que se “consegna” o se “envía entregar a una carpeta que eventualmente no sea jamás abierta, sacarlo por un momento de la circulación en el flujo virtual, y, al mismo tiempo, “salvar”, en la tradición cristiana que Anedda visita en todo momento, es la acción soteriológica, por definición. Tal vez sin saberlo del todo, la poesía de Anedda asume de este modo algunos de los problemas que emergen como más centrales y más recurrentes en el pensamiento contemporáneo: el problema del archivo como cúmulo de lo que ha sido dicho, como conjunto de aquello que ha sido enunciado y que está sometido, por su condición misma de hecho terminado, a las políticas del resguardo, de la supervivencia, en última instancia de la memoria textual, pero también de la supresión, del “exterminio” o de la desaparición virtual. (...)