viernes, 12 de diciembre de 2014

Elsa Morante, autopresentación en Il mondo salvato dai ragazzini (1968)

A quien quiera saber a cualquier precio saber a qué “género literario” pertenece el presente libro, no sé responder sino que: “Es una novela de aventuras y de amor (regularmente dividida en partes y capítulos donde los personaje protagonistas reaparecen bajo diferentes travestismos). Es un poema épico-heroico-lírico-didascálico en versos libres y rimados, regulares e irregulares. Es una autobiografía. Es un memorial Es una manifiesto. Es un ballet. Es una tragedia. Es una comedia. Es un madrigal. Es un documental a colores. Es una historieta. Es una clave mágica. Es un sistema filosófico-social (naturalmente involucrado en las Actualidades contemporáneas, dominadas por los ídolos atómicos y por los conflictos humanos entre el primero, el segundo y el tercer mundo; a lo que se agrega el recuerdo de otro mundo: un recuerdo es anulado por los filósofos contemporáneos). Etc. Etc. Etc. “En pocas palabras; es un libro, si se entiende por libro una experiencia común y única, a través de un ciclo total (desde el nacimiento hasta a la muerte, o al contrario). Pero si por libro se entiende un producto de otra especie, entonces esto no es un libro.” Junto con la clasificación del libro, es costumbre ofrecer una ficha bio-bliográfica del autor. Por eso se dan las siguientes informaciones sobre la autora del presente libro: E. M. todavía vive, y lo hace en Roma, con la única compañía de un gato. Sus amistades (pocas) las encuentra preferentemente entre los chicos, porque ellos son los únicos que se interesan en las cosas serias e importantes. Los adultos, en su mayoría, se ocupan de asuntos trillados y sin valor. En política, E. M. es (desde su nacimiento) anarquista: ES DECIR que entiende que el poder de algunos seres vivientes sobre otros (del poder en cualquiera de sus formas: financiero, o ideológico, o militar, o familiar, o de cualquier otra forma, origen o pretexto) es la cosa más escuálida, miserable y vergonzosa de la tierra. Como profesión u oficio, su ideal sería ir yendo por las calles como narradora de historias; pero como (entre otras dificultades) no es capaz de nada, sino de escribir, luego del presente libro tendría la intención de publicar todavía dos más: uno (ya listo) titulado Pro y contra la bomba atómica, y otro (que está desde hace año preparando) titulado: Sin los consuelos de la religión. Y eso será suficiente. Elsa Morante, Il mondo salvato dai ragazzini, Turín, Einaudi, 1968. Trad: Diego Bentivegna