sábado, 21 de abril de 2007

Gracias, Lía!!! (No todo es discurso, muchachos)

Hola Diego,te copio el parrafito de Foucault que te quise citar ayer, que viene muy acuento, vas a ver:

"El problema consiste al mismo tiempo en distinguir los sucesos [yo diría"acontecimientos"], en diferenciar las redes y los niveles a los quepertenecen, y en reconstruir los hilos que los atan y los hacenengendrarse unos a partir de otros. De aquí el rechazo a los análisis quese refieren al campo simbólico o al dominio de las estructurassignificantes; y el recurso a los análisis hechos en términos degenealogía, de relaciones de fuerza, de desarrollos estratégicos, detácticas. Pïenso que no hay que referirse al gran modelo de la lengua y delos signos, sino al de la guerra y de la batalla. La historicidad que nosarrastra y nos determina es belicosa; no es habladora. Relación de poder,no relación de sentido. La historia no tiene "sentido", lo que no quieredecir que sea absurda e incoherente. Al contrario es inteligible y debepoder ser analizada hasta su más mínimo detalle: pero a partir de lainteligibilidad de las luchas, de las estrategias y de las tácticas. Ni ladialéctica (como lógica de la contradicción) ni la semiótica (comoestructura de la comunicación) sabrían dar cuenta de la inteligibilidadintrínseca de los enfrentamientos. REspecto a esa inteligibilidad la"dialéctica" aparece como una manera de esquivar la realidad cada vez másazarosa y abierta, reduciéndola al esqueleto hegeliano; y la "semiología"como una manera de esquivar el carácter violento, sangrante, mortal,reduciéndolo a la forma apacible y platónica del lenguaje y del diálogo".

"Verdad y poder", en Foucault, Microfísica del poder, eds de la Piqueta,3a ed. 1992, pp. 179-180 Está bien, no?Un beso,Lía