(...)
Llegados a este punto, no quiero conmoverme con mis razones
es decir, con el hecho
de que no sólo el "compromiso"
no ha terminado,
sino que, por el contrario, comienza.
Nunca Italia fue tan odiosa.
Sobre todo por la traición de los intelectuales,
por este revisionismo del Partido Comunista,
lobo que esta vez es realmente cordero
el "compañero" Longo en el Spiegel
tenía la cara obsequiosa del literato
que simula desesperadamente ser actual,
enterrando así toda violencia palingenésica del comunismo:
sí, también el comunista es burgués.
Esta ya es la forma racial de la humanidad.
Puede que luchar contra todo esto no signifique escribir como comprometidos, sino vivir.
(...)
De Poeta de las cenizas o ¿Quién soy? (1966-7), traducción de Arturo Carrera.