viernes, 15 de junio de 2007

José Bergamín: Cante hondo, voz y soplo


"En la profunda sombra de ese canto luce de un mondo incomprensible la precisión de la verdad: como en la poesía más pura, o en la música: la verdad que refleja, o en la que resuena -por la palabra, por la voz, por el grito-, esta divina espiritualidad popular o infantil analfabeta de Andalucía. En el cante hondo andaluz no ve ni oye ni entiende nada el hombre cultivado literalmente o literariamente; no ve más que a uno, o a una, dando voces y, a veces, dando gritos, pero darlos precisamente con verdadera precisión: fatal, exacto: porque es una decisión perfecta, esto es, que dice a voz en grito la palabra. Y es que el cante hondo andaluz está en la palabra, no en la letra: como lo está toda poesía, que es por definición de Carlyle cante hondo, pensamiento profundizado hasta el canto: lo que no es lo mismo que superficializado hasta el cantar. Todo poesía es palabra de hondo: alma, soplo, espíritu, sin más gloria que la de la flor de la hierba; pero es palabra viva y verdadera, palabra y no música, ni letra. Cante hondo a pleno o pleno llano, como el de la Igleia analfabética de Cristo".






Fragmento del inquietante ensayo "La decadencia del analfabetismo", publicado en uno de los primeros números de la revista Cruz y raya, Madrid, junio de 1933.