lunes, 23 de julio de 2007

Arte, religión, comunidad



Fragmento final de La obra de arte del futuro, de Richard Wagner.

"(...)
La tragedia griega es un acto religioso, religión hermosa, humana, pero, también, aprisionamiento: el hombre se veía a sí mismo como a través de un mítico velo. En el mito griego aún no se había roto el vínculo con que el hombre estaba atado a (dentro de) la naturaleza. Mito y misterio: de aquí, el apego a la lírica, a las máscaras, bocinas, etcétera. Con el desarrollo de la ilustración, quiere decirse, al saltar por los aires el núcleo vinculador a la naturaleza, bajó también el drama religioso, y el hombre completamente desnudo, al descubierto, se convirtió en objeto de la plástica, de la escultura. Es cierto que este hombre desvinculado de toda religión descendió de su coturno, se despojó de la máscara encubridora, pero, al mismo tiempo, perdió su vinculación comunista con la universalidad de vinculación religiosa; el hombre se desarrolló, desnudo y libre de toda máscara, pero como egoísta, al igual que en el estado basado en el egoísmo del individuo; y fue a partir de este hombre egoísta, pero también sincero e ilustrado que se desarrolló el arte de la escultura; para éste, el hombre era la materia prima; para la obra artística del futuro lo serán los hombres. (Muy importante.)"

El texto completo, junto con una cantidad importante de textos de y sobre el muerto en Venecia, en el sitio de la Asociación Wagneriana de Barcelona (http://www.archivowagner.info/).