D. y yo fuimos a un colegio de palotinos de la línea alemana (los de Belgrano son irlandeses). Después de ver el documental sobre la masacre de San Patricio, me envió estas líneas:
Mirá, la peli de los palotas tiene un valor documental muy grosso. Hay imágenes de archivo de la dictadura que yo no había visto nunca. Por ejemplo, a Videla en el homenaje a unos policías que los montoneros habían hecho mierda poco tiempo antes y que, parece, motivó la represalia en el asesinato de los palotinos.
Hay declaraciones de algunos obispos que yo nunca en mi vida había visto: Bonamín, Plaza, Aramburu.
Me parece interesante la narración del documental, porque esa opción narrativa pareciera privilegiar no solo contar la historia de un crimen, sino destacar otros aspectos más “religiosos”, si querés: el carisma de la congregación.
(...)
Finalmente, no me gusta el lugar en el que el documental deja a Rodolfo. Pareciera que Rodo queda como un transero que se va con los alemanes y que transa… Eso no es así.
Rodo habla desde el Evangelio, y eso me gusta mucho. Él dice que tenemos que seguir reclamando verdad y justicia, pero también que tenemos que saber perdonar (...).
Finalmente, es adorable la intervención de dos de las madres de los muertos.
Y los fragmentos del diario de uno de los curas (Nelly) también le dan otro vuelo.
No sé; salí del cine hinchado de orgullo. Lo que me mató es que ayer vi a mi sobrina y me comentó que el viernes pasaron la peli en el colegio. Muy grosso! Porque digamos que la peli se pone bastante dura con la congregación.
Beso.