"Hemos hecho como en Hiroshima y en Nagasaki", dice el señor presidente de la potencia del Norte, chapoteando más en el pantano de odio y destrucción del que surgió y que está extendiendo a toda la tierra. Dentro de poco, escucharemos seguramente las apologías de Treblinka o de Kolyma.
Se despierta un Leviatán ebrio, presuntuoso, violento; se alza la Bestia tanática, primordial, profundamente homicida.
27.06.25