En una nueva lengua: Tomemos por ejemplo la cuestión del “griego malo” del Apocalypsis, a que alude sarcásticamente Nietzsche; no hay tal griego malo. Hay un lenguaje nuevo, forjado por el poeta con los materiales del griego común, hecho especialmente para esta obra, como es propio de todos los grandes poetas… que se fabrican su lengua.
-como el Martín Fierro –dije yo.
-Y el de Homero y el de Dante… (Castellani, Papeles de Benjamín Benavides, 1978: 198).