Correspondencia 1943-1955
Theodor W. Adorno-Thomas Mann, ed. de Cristoph Göde y Thomas Sprecher. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006. Traducción de Nicolás Gelormini.
Por Diego Bentivegna
Theodor W. Adorno-Thomas Mann, ed. de Cristoph Göde y Thomas Sprecher. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006. Traducción de Nicolás Gelormini.
Por Diego Bentivegna
A partir de 1943, cuando se conocieron personalmente en la residencia californiana de Max Horkheimer, Thomas Mann y Theodor Adorno mantuvieron una densa y no demasiado voluminosa correspondencia, interrumpida tan sólo en 1955, cuando el autor de La montaña mágica falleció en Suiza, esa Mitteleuropa más pequeña y más cosmopolita que la gran Alemania donde había ambientado la novela de formación de Hans Castorp. Las cartas reunidas en este volumen -publicadas en alemán sólo en 2002- recubren, en consecuencia, el período que se extiende entre la disgregación sangrienta del Tercer Reich, que consideraba al semijudío y filomarxista Adorno y al aristocrizante Thomas Mann entre los enemigos más acérrimos de la "verdadera" cultura germana, y los años del regreso al Viejo Mundo y el inicio de la reconstrucción alemana.
Consecuentemente con su autoconstrucción como figura literaria a partir del gran modelo clásico de Goethe, una parte considerable de la producción escrita de Thomas Mann está compuesta por cartas a grandes figuras del pensamiento europeo, como Benedetto Croce y Georgy Lukács, cartas que abordan temas que están en el centro de los debates entre el iluminista y racional Ludovico Settembrini y el milenarista y comunizante León Naphta en La montaña mágica . Los epistolarios con Croce y con Lukács, anteriores a la segunda guerra mundial, se concentran fundamentalmente en problemas estéticos y filosóficos. El epistolario entre Mann y Adorno, en cambio, es inseparable del trauma provocado por el nazismo y, por supuesto, por Auschwitz: "A Alemania -escribe Thomas Mann a Adorno desde Zurich, de regreso a Europa, el 1 de julio de 1950- no me llevan ni a rastras. El espíritu del país me resulta odioso, la mezcla de miserabilidad e impertinencia en virtud de las perspectivas ventajosas me resulta repugnante".
El resto del texto en el flamante sitio www.cartas.org.ar