—¿Y cómo explica, Castelnuovo, que Borges haya escrito tanto sobre malevos y orilleros, siendo que pertenecía a Florida?
—Pero él de los orilleros no sabe nada. En Hombre de la esquina rosada, trata de acercarse al lenguaje lunfardo y la pifia. Dice que los malevos salieron del Barrio Norte, de Palermo, y eso es un disparate.
—¿Y por qué escribe Borges sobre malevos, entonces, de puro imaginativo que es?...
—Y qué sé yo. Desde chico veía poco, y se crió encerrado. O sea que imagina, no más. Uno no sabe lo que escribe.
—No, no, al margen de ciertas cuestiones ideológicas, supongo que no le negará méritos literarios.
—¿Por qué no? A mí no me gusta lo que escribe. No puedo tener nada en común con un hombre cuyo ideal es una dictadura del siglo XIll. El pertenece a la reacción; es un instrumento de la oligarquía, que necesita firmas famosas para frenar los cambios del mundo.
(...)
Revista Siete Días Ilustrados
septiembre 1975
Oscar Giardinelli