Diego B. dijo...
No me convence la respuesta que cita dolmacé, la respuesta de Weiss. La dedicatoria dice lo que dice. Si hubiera estado obligado hubiera escrito "A B. M." y listo. De ninguna manera Freud estaba obligado a escribir esa, precisamente esa, dedicatoria.Me parece importante recordar que Freud era un señor austríaco ligado fuertemente a su país, que miraba con horror a la Rusia soviética y al nazismo alemán y que, como ciudadano de una república nacida hacía muy poco tiempo y amenazada como estado independiente por el pangermanismo, sintiera como cercano a Mussolini. Italia, como consecuencia de la victoria en 1918 sobre el Imperio Austro-Húngaro (Rusia había dejado de luchar luego de Brest-Litovsky, el tratado entre el Káiser y los bolcheviques, y en consecuencia todo el peso de la guerra contra el Imerio recayó en Italia, con un ejército sensiblemetne inferior al austro-húngaro) y, sobre todo con la llegada al poder de Mussolini, tenía una influencia considerable en toda el área danubiana, fundamentalmente en Austria y Hungría, pero también en la entonces Yugoslavia, con la que Italia tenía serios problemas en la zona de Trieste e Istria (recordemos la "empresa fiumana" de D´Annunzio). En general, Mussolini se mostró siempre cercano a los gobiernos de los países danubianos como estrategia global tanto contra Rusia como contra Alemania, las potencias que històricamente tuvieron influencia en la región. Sobre todo, esto se hizo patente en Austria, donde la tensión entre profascistas y pronazis alcanzó un grado considerable. Freud escribe la dedicatoria en el año 33 es de la llegada al poder de Hitler en Alemania, que tenía como parte de su programa la inclusión de Austria al Reich, lo que sacaba de las casillas a Mussolini y lo que tensionó las relaciones entre Alemania e Italia muy fuertemente, algo que hizo crisis a mediados del 30, cuando Mussolini, en un pasaje celebérrimo, denigró públicamente a Hitler en un discurso en el que hablaba de los alemanes como pueblo que comía carne cruda y desconocía la escritura cuando Roma tenía a César, Virgilio y Augusto. No hay que olvidar que el canciller Engelbert Dollfuss, líder de lo que se llamó "austrofascismo", era evidentemente muy cercano a Mussolini desde el punto de vista político (y estratégico) y fue asesinado por un grupo nazi que buscaba la anexión a Alemania en 1934. A partir de entonces, el destino de Austria estaba prácticamente sellado, y se fue casi sin mediaciones al Anschluss. Luego, ante el hecho consumado de la anexión de Austria, Mussolini aceptó esa, tal vez una derrota que presagiaba las muchas que sufriría Italia durante la guerra.Esa es mi lectura del hecho: la dedicatoria como un gesto político en la línea que buscaba una Austria independiente del gigante alemán.
2:16 PM
Diego B. dijo...
Una aclaración: el que poseia Viena, poseía por razones geográficas e históricas la llave del Danubio. El que poseía el Danubio, poseía los pozos de petróleo de Rumania, que son un poco lo real de todo esto. La dedicatoria de Freud hay que leerla desde ahí, desde el petróleo rumano.
2:22 PM