"si no hay perturbación, no corresponde que haya deseo de conservarse ni temor de perderse".
jueves, 7 de agosto de 2025
jueves, 31 de julio de 2025
Vittorio Sereni - De "Diario de Argelia"
Buen día!
jueves, 3 de julio de 2025
Tanatocracias
Mis dos abuelos vivieron la primera guerra mundial como soldados, ambos muy jóvenes, apenas adolescentes, enrolados en una matanza que no comprendían, que los excedía. Nunca escuché ningún relato heroico acerca de esa guerra. Al contrario, lo que primaba, siempre, en las narraciones era la búsqueda de algo simple y primitivo, profundamente vital: la supervivencia.

Las alarmas del Dr.
Los efectos de la I A (horror síglico) en la escritura ensayística son devastadores. Ni hablemos de la escritura académica, ya arrasada por otros medios (la adecuación a la norma, el juicio "ciego" de pares inescrupulosos, los "abstracts" -ay, en inglés- la indexación, las normas APA). Cualquiera puede ver el estrago, me parece. Incluso se nota un degrado notable en muchos posteos en esta red, con la huella de la IA. Prefiero no adecuarme, realmente, y desaparecer de manera sostenida.
26.06.25
La bestia tanática
"Hemos hecho como en Hiroshima y en Nagasaki", dice el señor presidente de la potencia del Norte, chapoteando más en el pantano de odio y destrucción del que surgió y que está extendiendo a toda la tierra. Dentro de poco, escucharemos seguramente las apologías de Treblinka o de Kolyma.
De la Cárcova
No conocía la Escuela de Bellas Artes que lleva el nombre de Ernesto de la Cárcova, hoy parte de la UNA. En Costanera Sur, muy cerca de las fuentes de las Nereidas de Lola Mora, a pasos del barrio Rodrigo Bueno.
Nevadas
No puedo rememorar la primera vez que vi la nieve. La vi, pero no la recuerdo.
Napolitanas
Ayer mi mamá, jóvenes 88 años, me mandó esta foto por correo de F. Es una toma de 1976 de la casa en que vivió Giácomo Leopardi sus últimos días en Nápoles, Vico del Pero, 2, no lejos del Museo Arqueológico Nacional.
Venecianas
Venecia. Vuelven de pronto a mi cabeza las mañanas de frío mientras cruzaba caminando los canales para llegar a horario a las clases de Severino, en la otra punta, casi sobre el canal de la GIudecca. Vuelven de pronto los gritos de los vendedores de pescados o el din don de las las campanas, esas campanas de las que hablaba Luigi Nono, un sonido que casi podía tocarse en la caja de resonancia de la laguna. Había un fragmento de un documental sobre Nono en el que el compositor habla de la resonancia de esos sonidos. Un documental que vi una noche de Navidad, a las tres de la mañana, de regreso a mi casa después de los festejos, en una noche de calor y de resaca. Esa misma semana fui a Towers Records, una gloria, en Cabildo y Juramento, donde pasábamos horas, y conseguí la cajita con los dos cds de Prometeo.
Aniversario
En ocasión de un aniversario de la muerte de Perón:
miércoles, 18 de junio de 2025
Manifiestos
Cien años después, leo que se retoma el Manifiesto de los intelectuales antifascistas de 1925. Sería bueno que se recordara que la réplica de los intelectuales "no fascistas" fue redactada e impulsado por Benedetto Croce, una de las figuras de pensamiento más relevantes de la primera mitad del siglo XX. Lejos del marxismo y de las posturas de izquierda, Croce era básicamente un gran señor liberal, un teórico del liberalismo como postura vital. De ahí, tal vez, su presencia en Sur. Gran parte de Borges no se entiende sin Croce, ojo, y Croce, sin quererlo, explica la facilidad de las lecturas europeas, sobre todo en Italia, del argentino. Tampoco se entiende a Gramsci sin Croce.
El texto era, además, la respuesta a la carta de los intelectuales que sostenían a Mussolini, redactada por Giovanni Gentile, examigo de Croce y seguramente el filósofo italiano más potente de la época (Negri dice algo así: a principios de siglo, estaba Husserl, estaba Bergson, estaba Gentile) y la figura intelectual más prominente y reconocida (también por sus opositores) del régimen.Gentile, además, fue un lector muy inteligente de Marx, reconocido incluso por Lenin. Veía, además, en el fascismo la culminación del proceso histórico y político del Risorgimento, por el que Italia había logrado la unidad en el siglo XIX y había iniciado su historia como nación independiente y soberana. Mondolfo, bastante maltratado por Gramsci y refugiado en la Argentina luego de la implementación de la legislación antisemita en 1938, reconoció en varias oportunidades el sostén de Gentile. En fin. Nada es lineal.
lunes, 9 de junio de 2025
Filología y opinión
sábado, 31 de mayo de 2025
Giorgio Agamben, Idea de la única
La poesía es la unicidad destinal [destinale] del lenguaje. No, por lo tanto, –permítaseme esta verdad banal, hoy que la poesía, como la verdad, se esfuma a menudo en la banalidad-, no, por lo tanto, la duplicidad.
En un poeta judío de lengua alemana, nacido y criado en una región, la Bucovina, donde se hablaban corrientemente, además del yidish, al menos cuatro lenguas, esta respuesta no podía haber sido dada a la ligera. Cuando, apenas terminada la guerra, en Bucarest, sus amigos, con el objeto de convencerlo en transformarse en un poeta rumano (se conservan, de este período, sus poesías escritas en rumano), le recordaban que no habría debido escribir en la lengua de los asesinos de sus padres, muertos en un campo de concentración nazi, Celan respondía simplemente: “Sólo en la lengua materna se puede decir la verdad. En una lengua extranjera, el poeta miente”.
¿Qué clase de experiencia de la unicidad de la lengua se ponía en cuestión aquí según el poeta? No simplemente, por cierto, la de un monolingüismo que usa a la lengua materna excluyendo a las otras, pero en el mismo plano que éstas. Más bien, es pertinente aquí esa experiencia que Dante tenía en mente cuando escribía, sobre el hablar materno, que éste “uno e solo è prima ne la mente”. Hay, en efecto, una experiencia de la lengua que presupone siempre palabras –es decir, en la que hablamos como si tuviésemos siempre palabras para la palabra, como si tuviésemos siempre una lengua incluso antes de tenerla (la lengua, que entonces hablamos no es nunca única, sino siempre doble, triple, presa de la fuga infinita de los metalenguajes); y existe otra experiencia, en la que el hombre se encuentra, por el contrario, absolutamente sin palabras frente al lenguaje. La lengua para la cual no tenemos palabras, que no finge -como lengua gramática- ser incluso antes de ser, sino que “è sola prima in tutta la mente” es nuestra lengua, es decir la lengua de la poesía.
Por ello Dante no buscaba en De vulgari eloquentia esta o aquella lengua materna elegida entre la selva dialectal de la península, sino sólo aquel vulgar ilustre que, expandiendo su perfume en cada una, no coincidía con ninguna; por ello, los provenzales conocían un género poético –el desacuerdo- que certificaba la realidad de la lengua remota sólo en el babélico decir de los múltiples idiomas. La lengua única no es una lengua. Lo único, en el que los hombres participan como en la única verdad materna posible, es decir, común, está siempre dividido: en el momento en el que alcanzan la última palabra, ellos deben tomar partido, elegir una lengua. Del mismo modo, nosotros podemos, hablando, decir sólo alguna cosa –no podemos decir únicamente la verdad, no podemos decir solamente que decimos.
Pero que el encuentro con esta única lengua, dividida e imperceptible, constituya, en este sentido, un destino, implica admitir que sólo en un momento de debilidad el poeta se ha dejado arrancar. ¿Cómo podría, en efecto, haber un destino, allí donde no hay todavía palabras significantes, allí donde no hay todavía identidad en la lengua? ¿Y en quién tendría lugar el destino si, en ese punto, todavía no somos hablantes? Nunca tan intacto, lejano y sin experiencia es el infante como cuando, en el nombre, está sin palabras frente a la lengua. El destino concierne solamente a la lengua que, frente a la infancia del mundo, jura poder encontrarla, jura tener alguna cosa que decir de ella y sobre ella, desde siempre, además del nombre, algo que decir.
Esta vana promesa de un sentido de la lengua es su destino, es decir, su gramática y su tradición. El infante que, piadosamente, recoge esa promesa y, aun mostrando la vanidad de ésta, decide, con todo, la verdad, decide acordarse de ese vacío y llenarlo, es el poeta. Pero, en ese punto, la lengua está delante de él tan sola y abandonada a sí misma, que no se impone ya de ninguna manera –más bien (son todavía palabras, tardías, del poeta) se expone, absolutamente. La vanidad de las palabras ha alcanzado aquí verdaderamente la altura del corazón.
Extraído de Giorgio Agamben, Idea della prosa, Macerata, Quodlibet, 2002, pp. 29-31. Traducción: Diego Bentivegna.
miércoles, 14 de mayo de 2025
Primo Levi - El sobreviviente (poema)
El sobreviviente
Para B. V.
Since then at an uncertain hour.
Después de entonces, a una hora incierta,
Aquella pena regresa,
Y si no encuentra a quien la escuche,
Le quema en el pecho el corazón.
Vuelve a ver el rostro de sus compañeros
Lívidos en la primera luz,
Grices por el polvo del cemento,
Indistinguibles por la niebla,
Teñidos de muerte en los sueños inquietos,.
De noche aprietan las mandíbulas
Y bajo la piedre leve de los sueños
Mastican un nabo que no está.
“Fuera de aquí, gente sumergida.
Váyanse. No he suplantado a nadie.
Nadie ha muerto en mi lugar. Nadie.
Vuelvan a sus nieblas.
No es mi culpa si vivo y respiro
Y como y duermo y visto ropa”.
4 de febrero de 1984
Versión: D. B.
Il superstite
Since then, at an uncertain hour.
Dopo di allora, ad ora incerta,
Quella pena ritorna,
E se non trova chi lo ascolti
Gli brucia in petto il cuore.
Rivede i visi dei suoi compagni
Lividi nella prima luce,
Grigi di polvere di cemento,
Indistinti per nebbia,
Tinti di morte nei sonni inquieti:
A notte menano le mascelle
Sotto la mora greve dei sogni
Masticando una rapa che non c’è.
“Indietro, via di qui, gente sommersa,
Andate. Non ho soppiantato nessuno,
Non ho usurpato il pane di nessuno,
Nessuno è morto in vece mia. Nessuno.
Ritornate alla vostra nebbia.
Non è mia colpa se vivo e respiro
E mangio e bevo e dormo e vesto panni".
4 febbraio 1984
Ungaretti: "Venga del número o venga del sueño, ¿puede la belleza no ser horrenda?"
Rodeándolos de fiebre, sembrando el miedo a muchas millas a la redonda, el tiempo ha defendido para nosotros de la muerte el milagro de su fuerza. Esa que vemos crecer, dominar, hacerse árida, terrible, inhumana, y volverse pura a medida que nos acercamos.
Ahora que estamos cerca, sucede que una bandada de cuervos emprende el vuelo desde el templo de Poseidón; y en cuanto está en el aire, un primer cuervo lanza su graznido; los demás responden repitiendo ese grito una y otra vez. De nuevo el corifeo rasga el aire: esta vez las grajas son dos, de un tono notablemente más alto; y el coro repite los versos, acelerando el ritmo. Después, en una confusión de chillidos, desaparecen.... Puede que sea porque han anidado allí durante tantas generaciones, puede que sea casualidad, puede que sea la naturaleza de estos pájaros sombríos, pero la métrica de su canto es la del templo.
No se lo describiré. Sólo diré que, en el frente, el tímpano y las columnas dóricas nos muestran un travertino como vidrio inflamado: en el corazón de la piedra arde la luz que no consume, y brilla su sagrada indiferencia. A los lados, en cambio, está la trágica sensación de la decadencia: columnas vaciadas por largos años con los laberintos de la putrefacción; y parecen setas oxidadas, e incluso momias despojadas de sus envoltorios. Y así, dando vueltas a su alrededor, el hombre alcanza el último límite de la idea de su nada, en presencia de un arte que con su justa medida lo aplasta. Los otros dos templos, de color más apagado, de un trabajo más grácil y menos religioso, parecen, al no tener más que las columnas del perímetro en pie, viejas jaulas arrojadas allí.
(...)
Este campo pronto verá volver sus célebres rosas; Pero el cielo tiene ahora algunas rosas, y esta noche su brevedad es fulmínea.
Mirabar celerem fugitiva aetate rapinam;
Et, dum nascuntur, consenuisse rosas.
¡Oh, las cosas seductoras pasan, y la medida, que, sin piedad, las hace parecer mudables, es, en ese templo, de una impasibilidad escalofriante!
Venga del número o venga del sueño, ¿la belleza puede no ser horrenda?
Todo lo otro que nos conmueve, no vendrá sino de la melancolía.
Giuseppe Ungaretti, "La rosa di Pesto", fechado en Salerno el 14 de mayo de 1932.
Versión: D. B.
miércoles, 30 de abril de 2025
martes, 22 de abril de 2025
Bergoglio, Francisco y la literatura
Buenos días!
lunes, 21 de abril de 2025
21 de abril
Después de años, ayer, cuando fui a buscar a mi madre para el almuerzo de Pascua, la encontré viendo la transmisión del oficio desde la plaza San Pedro, en Roma.
martes, 25 de marzo de 2025
Franco "Bifo" Berardi - El exterminio del lenguaje
Lo sterminio del linguaggio
Il vero è solamente un falso falso, di MARCO MAGO MAGAGNOLI/ UMANAMENTE INSOSTENIBILE di D'Elia e Nicolaus/ UN NUEVO REGIME DE VERDAD, Helga Fernandez/ PAUL GRAHAM e la fine del pensiero umano
Hipnocracia! Jianwei Xun
Trump, Musk: la hipnocracia o el imperio de las fantasías
¿Están Donald Trump y Elon Musk hipnotizando al mundo? Una de las figuras más brillantes de la filosofía contemporánea de Hong Kong, Jianwei Xun, precisa el marco de una intuición, forjando una nueva noción: la «hipnocracia». ¿Qué podemos hacer frente al imperio de las fantasías?
https://legrandcontinent.eu/es/2025/01/26/trump-musk-la-hipnocracia-o-el-imperio-de-las-fantasias/
lunes, 24 de marzo de 2025
lunes, 10 de marzo de 2025
Elsa Morante, 1965. “Pro e contro la bomba atomica”
“Nuestra bomba es la flor, o sea, la expresión natural de
nuestra sociedad contemporánea, así como los diálogos de Platón lo son de la
ciudad griega; el Coliseo, de los romanos imperiales; las Madonas de Rafael,
del humanismo italiano; las góndolas, de la nobleza veneciana; la tarantela, de
ciertas poblaciones rústicas meridionales; y los campos de exterminio, de la
cultura pequeño-burguesa burocrática infecta ya de una rabia de suicidio
atómico”.
“…el arte es lo contrario de la desintegración. ¿Y
por qué? Pero simplemente porque la razón misma del arte, su justificación, su
único motivo de presencia y supervivencia, o, si se prefiere, su función, es
precisamente esta: la de impedir la desintegración de la consciencia humana,
en su cotidiano, y desgastante, y alienante uso con el mundo; restituirle continuamente,
en la confusión irreal, y fragmentaria, y usada, las relaciones externas, la
integridad de lo real, o en otras palabras, la realidad (…). La realidad
es perennemente viva, encendida, actual, no se puede averiar, ni destruir, y no
decae. En la realidad, la muerte no es más otro movimiento de la vida. Íntegra,
la realidad es la integridad misma: en su movimiento multiforme y cambiante, inagotable
-que no se podrá jamás terminar de explorar- la realidad es una, siempre una”.
“Contra la bomba atómica no hay sino realidad. Y la realidad
no tiene necesidad de prefabricarse un lenguaje: habla por sí misma. Incluso
Cristo ha dicho: no os preocupéis por aquello que diréis, o por cómo lo diréis.
Es la realidad la que da vida a las palabras, y no a la inversa”.
En L'Europa Letteraria, VI, n. 34, marzo-abril de 1965
Trad: D. B.