sábado, 16 de diciembre de 2006

Lengüitas



Mi poema preferido de Vallejo está también en Trilce y es el que comienza, no recuerdo ahora el número, "Tahona estuosa de aquellos mis bizcochos / pura yema infantil innumerable, madre". Creo que en muchos puntos se conecta con lo que decís del tartamudeo y el rizoma en Vallejo, pero esta vez pensado en términos de maternidad y de necesidad de construcción de una lengua que es materna pero que difícilmente se pueda pensar como natal. En cuál alveólo quedaría eso, en qué retoño capilar.

Entre viajes a Tandil, exàmenes y triste tropicalismo bonarense, estoy pensando mucho en esas cosas en estos días, en cosas como la construcción de una lengua materna no natal, una zona en la que se cruzan Vallejo y Pasolini (la construcción de un dialecto!!) y que permitiría pensar hasta qué punto Celan es el poeta del poeta del siglo pasado.

Abrazo.