Con este poema, empieza una serie de traducciones, dedicada a poetas que nacieron en los años veinte y treinta.
Libre y triste
Es aún primavera. Al alba veo
verde, fértil, pegajosa, la convexa
pulpa del mundo.
Más tarde el sol despierta a las voraces
colonias de microbios allá encajadas,
insertas como un vivo
epitafio en el corazón de las cosas,
expuestas a un color rubio;
al mediodía caen las moscas.
Se me aparece la bandera
que no tiene medallas,
el árbol yermo, vacío,
sin frutos ni follaje,
el extranjeró que bajó
de una escalera improvisada un domingo
que puede morir en cualquier lado,
libre y triste,
sin decirles nunca los nombres,
los motivos,
al cuervo y al hombre,
y a un enjambre denso de mariposas.
Del libro "Le mosche del meriggio" (1958).
E’ ancora primavera. All’alba vedo
verde, fertile, untuosa, la convessa
polpa del mondo.
Più tardi il sole aizza le voraci
colonie di microbi lì inscritte
inserite come un vivo
epitaffio nel cuore delle cose
volte a un biondo colore;
nel meriggio calano le mosche.
M’appare la bandiera
che non ha medaglie
l’albero brullo, vagante
senza frutti né fronde
lo straniero disceso
da una scala improvvisa una domenica
che può dovunque morire
libero e triste
senza mai dire i nomi
le opere, i motivi
al corvo e all’uomo
a uno sciame deluso di farfalle.
Versión: Diego Bentivegna
Bartolo Cattafi nació en Barcellona (Sicilia) en 1922 y murió en Milán en 1979.