"Cuando fue decayendo la euforia por la salvación de la peste napolitana, cuando la gente comenzó a alegrarse con creces por la vida a un paso de la muerte, se dejaron ver la consecuencias auténticas y profundas y de aquellos terribles ocho meses. En la enorme mayoría de los estudios históricos regresa el mismo lamento: en el curso de los sucesivos cincuenta años, hasta fines del siglo XVII, en el virreinato de Nápoles reinaron la depravación, la corrupción, el desprecio por las leyes humanas y divinas, la aversión al trabajo, la indiferencia, la apatía, la atrofia de la resistencia a la dominación extranjera. La peste había matado, en sus sobrevivientes y en sus hijos, en sus nietos y en sus biznietos, el gusto, el valor y la dignidad de la vida asociada, con todos sus esplendores y todas su miserias".
Imagen: Domenico Gargiulo,
La peste en Nápoles.
Del libro
Ritratto veneziano, Milán, Feltrinelli, 1995.
Versión de Diego Bentivegna, sobre la traducción italiana.
Gustaw Herling-Grudzinski nació en Kielce, Polonia, 1919, y murió en Nápoles en 2000.